Pues llegó la semana en la que tenía que pasar por quirófano. No era discutible y lo cierto es que, aún no gustándome nada la idea de tener que intervenirme, otra parte de mi quería hacerlo cuanto antes para estar al 100%. No era una cuestión sólo de deporte, es que las arritmias se me reproducían en situaciones cotidianas en las que me podía alterar por algo, como por ejemplo en alguna reunión o discusión de trabajo y luego, estaba todo el día con dolor de pecho.
Con la bici pues ya veis, la cosa ya se ha puesto de tal manera que prácticamente, si aprieto, día sí, día también, tengo episodios y es un rollo estar así. Por tanto, mejor confiar en los médicos y tratar de ponerle solución al problema.
No lo voy a negar, estoy nervioso, de hecho llevo semanas así sabiendo que el día iba a llegar sí o sí y que al final, esto no es romperse un brazo y ponerte una escayola. Aunque la medicina y la tecnología han avanzado muchísimo y lo que antes sería una operación a corazón abierto, ahora es algo en lo que seguramente ni me duerman, pues no deja de ser una intervención del motor de tu cuerpo y a través de la principal arteria de la pierna.
Será como el mundial de Holanda😅...salir de BCN para cruzar toda Francia y correr en Holanda. Pero aquí me harán un agujero en la ingle, meterán unos catéteres, cruzarán todo el tronco, y trabajarán en el corazón...igualito eee😅
Bueno para relajarme, la tarde de antes me fui a dar una vuelta con Ayari por el playa. Le apetecía dar un paseo en bici y como le iba a decir que no, además me apetecía mucho y me vino bien.
Si me relajó, pero no dejaba de pensar. Mira que soy muy positivo siempre, que le quito hierro a muchas cosas para que no tengan la importancia que realmente tienen, pero esta vez, estaba un poco más, por decirlo de alguna manera, pensativo que de costumbre.
El miércoles a las 7 de la mañana ya estaba en el Hospital de Sant Pau y puntuales como un reloj, me hacían pasar a las 7:30. Me acompañó mi hermano, mientras Gloria esperaba en casa para llevar a Ayari al cole y luego también se vendría. A mis padres les vería más tarde.
Super agradables y simpáticos todos, desde los que me prepararon, los que me operaron, hasta los que me estuvieron controlando luego todo el día.
En el quirófano habían 7-8 personas, me llenaron de cables por todos lados, me explicaron como iría la cosa y me anestesiaron tan solo localmente. En todo momento estás consciente, ves por las pantallas, si no eres aprensivo, como mueven los catéteres y si como yo, eres curioso, pues hasta puedes ir preguntando todo. Claro que hay muchos momentos en los que has de estar sumamente quieto y callado. Sientes los latidos del corazón como si lo tuvieras fuera del pecho.
Es realmente alucinante pensar en lo que son capaces de hacer. Impresionante el quirófano, las cardiólogas con sus micros como si fuesen teleoperadoras coordinándose con el otro equipo que está en una sala contigua acristalada y que mapean la actividad eléctrica del corazón para encontrar el origen del problema. Hay que ponerle nombre y apellidos a esa dichosa arritmia y mi caso cuesta un poco. Tengo el pulso de por si sumamente bajo, me ponen por vena un fármaco para ayudar a inducir la arritmia. Pero no hay manera e intento hiperventilar para tratar de excitar al corazón y que éste suba de pulso.
De repente, como si aquello fuese un partido de fútbol, ambas cardiólogas vitorean lo que ha parecido el primer indicio serio de arritmia, han detectado algo y han visto un problema que explican inmediatamente. Tengo un corazón algo particular y hay que "eliminar" un conducto que al parecer no debería existir pero el 25% de las personas nacen con él. Algo así como un bypass para la señal eléctrica que es congénito y por lo que sea, en estos últimos meses ha sido cuando ha querido empezar a manifestar su problema, y es que si de normal la electricidad ha de ir por un canal, tener este paralelo y que funciona además a otra velocidad, provoca que a veces, la señal eléctrica retorne por ese "bypass" de un modo ralentizado y es cuando se produce la discordancia generando la arritmia. Así me lo explicaron y entonces, después de que el partido se animara y que los subidones de pulso se reprodujeran más seguidos, ya me dijeron que había que quemar y eliminar ese otro canal.
Cuando empiezan a aplicar radiofrecuencia para quemar y destruir el canal anormal, siento los quemazones y hay algunos que duelen bastante. La sensación es angustiosa la verdad y son unas cuantas las veces que los repiten.
Creía que estaría 1-2 horas y al final fueron unas 3-4h. Más luego otras tantas de estar en observación.
Un montón de horas tumbado, bueno días me tocará estar y en el hospital las enfermeras hasta las narices de las alarmitas del cacharrín por que estaba todo el rato a 30-31-32-33ppm y no dejaba de pitar. Allí aguantando también Gloria y mi hermano. Y yo que algún rato me quedé medio grogui.
Por la tarde noche a casa y más de lo mismo, seguir tumbado unos días, nada de esfuerzos ni moverme y nos veríamos en un mes otra vez para hacerme una prueba de esfuerzo, control, visita con la cardióloga y no sé si algo más...
Ahora me tocará estar como menos me gusta, parado!! Pero bueno, relajarme y no querer sacarle 28h al día para hacer mil cosas, es algo que debo empezar a aprender a gestionar. Tomarme las cosas con más calma y no preocuparme tanto por muchas de ellas. Relativizar y si después de esto queda todo en su sitio y me dan luz verde para volver a darle a los pedales, pues volveremos con ganas como después del accidente de septiembre de 2023.
Venga vamos a por ello!!!