Llegaba una semana muy esperada. Había planeado este viaje con esmero, un track dibujado palmo a palmo para poder abarcar una basta extensión de terreno en la que no me quería dejar casi ninguna de sus perlas. Y es evidente que si te has de dejar cosas, 1600km para recorrer en 8 etapas da de sí pero no tanto. Tiempo justo y etapas bien encorsetadas pero que con las bicis engordadas a base de equipaje y recambios necesarios, hacen que el esfuerzo diario y más si no estás acostumbrado, sea mayúsculo.
En cuanto le comenté a Alberto sobre el plan, rápido se apuntó y en nada nos pusimos de acuerdo para cuadrar la logística. Yo iría con un día de adelanto directo a Málaga, bueno más bien con una etapa de adelanto. él viajaría por la tarde a y nos encontraríamos en el alojamiento qua ya teníamos reservado en Restábal.
Así pues, el domingo 19 yo volé temprano a Málaga, desempaqueté la bici en la misma terminal, monté todo, me cambié y salí pedaleando del aeropuerto para completar la primera etapa de 142km y casi 2600m+.
De inicio todo salió a pedir de boca, vuelo sin retraso, bici que llegó a la cinta sin problemas y rápido, inicio pedaleando fácil y placentero, buen día y temperatura...que más se puede pedir?? Pues que las piernas vayan bien...pues eso también se dio, así que todo pintaba fenomenal!!!
Los primeros compases sin apenas esfuerzo, todo llanito, paseos costeros, un poco de nacional, carriles bien y luego ya, una vez empezamos a alejarnos de la costa hacia la Sierra de Tejera Almijara y Alhama, la cosa tornase más complicada. Unas primeras rampas super duras, un trozo de camino que se perdía entre la maleza y tramos en los que la bici a penas podía traccionar. Por suerte las piernas estaban con ganas de guerra y pude con todos esos exámenes 💪🏻
Nada los km fueron cayendo y a buen ritmo, iba avanzando sin necesidad de hacer paradas más allá de rellenar bidones. La verdad que este primer test me dejó con buen sabor de boca de cara a las próximas etapas y me planté en Restábal antes de lo que me pensaba.
La llegada al pueblo después de un ascenso por carretera tras pasar por el pueblo de Jayena, es dejándote caer por una pista con vistas a Sierra Nevada y el Pico Velata, preciosas!!
Cayó la noche y entonces ya me encontré con Alberto para ir a cenar. nos atendieron de lujo, cenamos de maravilla y encima nos pudieron hacer pasta blanda para llevar y así tener el desayuno listo para la mañana siguiente. Así se es más eficiente y no pierdes tanto tiempo, sales ya de la habitación con los deberes hechos bien pronto y tienes muuuuchas horas por delante para tomarte la etapa con tranquilidad.
Con esto no quiero decir que vayamos con la pachorra, por que precisamente los bikepackings que suelo hacer son "alegres" pero si que, ante cualquier percance, pues sabes que tiene margen.
Para la segunda etapa teníamos que llegar a Almería y uno de los platos fuertes ya veía de inicio. Haríamos las Alpujarras y sus encantadores pueblos blancos. Un primer ascenso largo por asfalto después de pasar por Lanjarón y Órgiva hacia Capilpeira, Pampaneira y Trevélez.
Haces un tramo de pista bestial que se hace muy cómodo aunque tiene un pequeño tramo en el que hay que descabalgar por que se cruza un barranco y la pista está rota. Pero se pasa sin problemas y como decía, es corto.
Aún y así, el paisaje merece la pena y se hace entretenido. Las aventuras no serían aventuras de no ser por estás píldoras que les dan un aliciente especial.
Pasamos por el Embalse de Beninar y justo mientras cruzamos la presa tuvimos un encuentro fabuloso con unas cabras montesas, corzos, rebecos o lo que fuesen 😅.
Ya la bajada a la costa con las vistas a ese conocido "mar de plástico"no era tan encantadora. Bueno la bajada si, pero todos esos invernadores...
La llegada a Almería fue fugaz por que cogimos viento de cola en la última parte de la etapa casi no bajábamos de 45-50km/h y para reponer fuerzas, nos cenamos unas pizzas riquísimas.
La tercer etapa venía cargada de paisajes de escándalo y unos parques naturales por los que tenñia muchas ganas de pasar. El Cabo de Gata, La Sierra de la Alhamilla y luego el Desierto de Tabernas.
El camino no te lo pone fácil, a ratos es realmente complicado avanzar con fluidez, pero eso le da un encanto particular al lugar.
Los collados se suceden en la parte cercana al Faro de Gata y el de Vela Blanca nos pone contra las cuerdas.
Pero con estas vistas, como si tenemos que subir a gatas 😍
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Y lo hacemos...
En cuanto nos alejamos de la primera línea costera, parece que estamos más en una zona desértica. todo muy árido, escasez de flora y unas temperaturas que nos van torrando a fuego lento.
Hacemos una paradiña para comer un bocata y recargar fuerzas antes de llegar a Níjar y encaramarnos a lo más alto de la Sierra de la Alhamilla.
Para cuando bajamos por la otra vertiente, nos espera un lugar fuera de lo común, un terreno inhóspito y en el que te sientes como si no estuvieras en España. El Desierto Tabernas nos da la bienvenida y nos invita a perdernos por sus caminos.
Antes otra pequeña recarga de azúcares que toda la zona anterior ha sido complicada y exigente.
El calor nos refundido y llegamos a Gérgal con los brazos y piernas marcados a fuego!! Tenemos una casita reservada y podemos cenar en un argentino que nos pone una carne riquísima. Reponemos fuerzas y cargamos bien por que la que nos espera mañana es chica 🤣
La 4º es la etapa reina del viaje en cuento a números se refiere. Algo más de 200km y unos 4200m+ de los cuales, casi 1400m+ los haremos en los primeros 22km en la ascensión al mítico observatorio de Calar Alto que viene a balón parado ya desde el mismo Gérgal.
Aquí es donde me doy cuenta de que el día se nos hará largo ya que, si de por sí la etapa es de aupa y complicada para cualquiera, si no estás fino como parecía ser el caso de Alberto...
Ayer acabó la etapa que empezó a flaquear y seguramente no ha podido recuperar al 100% en la pasada noche, con lo que, si la de hoy hubiera sido fácil, quizás le daba esa tregua al cuerpo, pero es todo lo contrario y seguramente esto ya le haga mella para lo que queda de viaje.
Pero el tío tiene una super actitud y sin quejarse para nada, va haciendo y yo en lo que puedo, ayudándole. Con ese trabajo en equipo, los km van cayendo y vamos superando todos los obstáculos. Grande company!!!
Después de coronar el puerto, cruzamos el Parque Natural de la Sierra de Baza.
Una pasada la cantidad de km que hacemos en soledad sin que nadie nos moleste y sólo pisando monte. Para cuando bajamos de las montañas, repostamos agua antes de adentrarnos en los cañones y ramblas de un lugar único como es el Desierto de Gorafe.
Es un lugar particular y con un aire al Far West mires por donde lo mires que te transporta a aquellas famosas películas de caballos, arcos, flechas y revólveres.
Llegábamos a una hora crítica a Pozo Alcón. Ya hemos salido de a provincia de Granada, estamos en la de Jaen y a pies de la Sierra de Cazorla. Nos queda otro ascenso de más de 20km y por la hora que es, toca una parada para repostar pero, Alberto va muy perjudicado y hay que tomar una decisión rápidamente, o comemos y salimos pitando, o lo hago yo y el tendrá que llegar con algún tipo de transporte a Arroyo Frio, que está en mitad de la sierra y es donde tenemos el alojamiento. Más que nada por que echando números, es muy probable que nos coja la noche y hay que tenerlo claro.
Al final el se anima y yo le ayudaré así que, después de comer y coger algo de fuerzas, empezamos a encaramarnos a la sierra por la pista que lleva al nacimiento del Río Guadalquivir.
Otra vez muchos animalejos y nos venados enormes. Uno casi me embiste cuando me cruzo delante de los morros brincando de un lado al otro de la pista. Me faltó muy poco y no sé quien de los dos se asustó más 😅. Pero bueno, por suerte quedó en eso, en un susto.
Conseguimos el objetivo y aunque ya rodando los últimos km de noche, cosa que también nos brindo una experiencia diferente, llegamos al alojamiento. Lo único malo es que la cocina ya había cerrado y lo único que nos pudieron hacer, y aún quedamos agradecidos, fueron un par de bocadillos.
Éste también fue punto de avituallamiento, me explico. En los últimos bikepacking que he tenido oportunidad, planeo una logística de envío de lo que será la mitad de la suplementación de viaje. En este caso iban a ser 8 etapas y aunque no lo parezca, cargar barritas, sales o ch para bidones, algún gel, algunos guayabitos, el recuperador etc. hace que, además de pesarte más la bici, estés cargando todo el tiempo con algo que ocupa bastante y te resta espacio para otras cosas necesarias y sino, pues ese espacio que libras, deja las alforjas más compactas y ganas en comportamiento y confort sobre la bici. Así que, calculo lo que llevo para cada día, lo divido en 8 paquetitos, cuatro los cargo de inicio y los 4 restantes, los envío antes del salir, al alojamiento del que será el inicio de la quinta etapa.
Total, que por ejemplo en esta etapa reina, además de todo lo otro que si tenemos que llevar cada día, hemos llegado con lo justo o vacíos de suplementación y ese peso extra que nos hemos ahorrado, os aseguro que subiendo todo lo que estamos subiendo, lo agradecemos y mucho.
Arrancamos y hoy acabaremos de cruzar la sierra y dejaremos la montaña atrás para bajar a las mesetas y planicies cercanas a Albacete.
rodaremos un buen trecho de km por la vía verde de la Sierra de Alcaraz y llegaremos a Santa Ana, próxima parada del viaje.
Por medio, otra larga ascensión de 16km y luego 2 encadenadas de 8 y 6km respectivamente. En total hoy hacemos casi 220km con 3000m+ pero lo bueno es que a partir del km160, el terreno es mucho más favorable.
Y además de eso, en el pueblo de Bienservida, justo cuando nos quitamos las últimas tachuelas de media montaña, cargamos las pilas a base de bien con lo que la última parte, la hacemos volando. Yo realmente me encuentro bien, voy a más y siento que puedo ir más fuerte.
Ruta del Quijote...como ellos, como Quijote y Sancho Panza pero en bici jeje
Alberto ha recuperado algo de fuerzas y esta parte más fácil y rodadora la hace más cómodo.
En la última parte parece que nos va a caer la de dios pero tampoco nos preocupa mucho. Mientras tanto, jugamos a esquivar conejos que parece que haya una plaga y no paran de cruzarse por los caminos.
Ha sido otro día largo pero en general hemos llegado mucho mejor y ademas, no tiene nada que ver hacer 50-60km casi rodando llanos, que con unas subidas que no se acaban nunca. Además de físicamente, mentalmente ya lo encajas de otra manera.
Nos da tiempo a cenar, lavar y tender ropa, reorganizar alforjas y descansar bien.
El sol y el viento nos dan los buenos días ya a primera hora de la mañana. Seguimos con una buena kilometrada por delante sin puertos pero el viento hará como si los llanos fuesen puertos.
En Vadeganga con ya casi 50km, paramos a desayunar algo. Hemos salido en ayunas y además quiero comprar con protector/reparador labial. Es otro de los indispensables para estás aventuras por que, entre el bidón, el sol, el aire, el frío y las bajadas de defensas, los labios sufren mucho y aunque parezca una tontería, luego si cortan, dan mucho por saco.
A la mujer de la farmacia le ofrezco un cambio de bici, pero no acepta 🤣. Que recuerdos de cuando éramos pequeños y en el pueblo de estas las había a patadas. Con esas dinamos que enganchabas a la rueda delantera para llevar luz gratis por la noche 🤩
Después de esta breve parada, seguimos el curso del Río Jucar hasta el precioso pueblo de Alcalá de Jucar. Otros 40km más serpenteando el curso del río con algunos repechos, algunos tramos asfaltados, otros de pista pero en general, un tramos muy placentero en el que Alberto se lo ha de tomar con más calma.
Hasta aquí casi no hemos acumulado nada de la altimetría prevista para la jornada de hoy, así que a partir de ahora y desde la misma salida del pueblo, empezaremos a sumar metros.
Estamos próximos al km85 y acabaremos haciendo casi 210. Para los restantes 125km tocara hacer unos 2000m+ y de esos, entre el km 118 y el 140, vendrá sin duda lo peor en todos los sentidos. Concentración de tramo de subida, % de las pendientes y estado de las mismas.
Abandonamos la provincia de Albacete, la comunidad de Castilla y La Mancha para entrar en la Comunitat Valenciana. Lo hacemos atravesando el Parque Natural de las Hoces del Cabriel y luego casi que escalando literalmente, la Sierra del Martés.
Pero antes, hacemos una parada en uno de esos sitios de los que cabe hacer mención, de los e recomendar para ir a comer. Aquellos que los ves desde fuera y no te parecen nada especial, pero cuando entras, te atienden tan amablemente, con esa cercanía y además te sirven semejantes raciones, tan ricas y a un precio de los de antes...En el pueblo de las Casas del Río "Ca Rafa".
El secreto ibérico más grande que nos hayamos comido y ojo que los platos son casi bandejas.
Eso sí, luego arranca de allí y empieza a subir a la sierra con 30 graditos y eso en el estomago 😅. Menos mal que después de tantas, yo por lo menos ya estoy más que acostumbrado y parece que tenga dos estómagos 🤣
La verdad que con el satélite yo no vía semejante pedregal, pero esta subida nos lo puso muy complicado. Mucho rato así, incluso los pequeños descansos que te encontrabas y yo, que iba bien y con fuerza ya lo sufrí, pues Alberto pobre tuvo que hacer caminando la mayoría de la subida.
Yo poco puse el pie en el suelo pero también es cierto que en sitios así, además de tu cuerpo entero, es donde más sufre el material y pues pinchar o romper algo en cualquier momento. Hay que pensar que ni llevamos mtb ni vas de vacío. Vamos con bicis cargadas que pesaran alrededor de 30kg
Y claro, ese esfuerzo extra te va minando y pasando factura. Además arriba de la sierra soplaba mucho aire. Yo sólo deseaba que la bajada por la otra vertiente estuviera más practicable. La primera parte aún fue delicada pero enseguida se arregló el camino y luego lo pudimos disfrutar mucho con un largo descenso camino al Embalse de Forata.
empezamos a tocar núeclos urbanos y como en Cazorla, hubo que empujar literalmente a Alberto en alguna ocasión. Pero no me importa, para nada. Y es que además, me hago cargo de lo duro que se le debe estar haciendo por que si vas tan tocado, aguantar estas jornadas con estos terrenos y números...pero además sin rechistar. Mas callado eso sí, que ya es normal, pero ni una sola queja, que cualquier otro o ya hubiera tirado la toalla o me hubiera mandado a mi al carajo, o que se yo. Para quitarse el sombrero 👏🏻
Llegados a este punto y en estas condiciones, Alberto me comenta de cambiar la etapa de mañana. Yo tenía dibujada una etapa de media montaña pasando las Sierra de La Calderona y Espadá, pero él no se ve con fuerzas y sugiere ir directos a la costa por una vía más llana y también más directa hasta el siguiente alojamiento. Obviamente no le puedo decir que no, sería muy egoista por mi parte, aunque me sabe mal perderme lo que había dibujado yo. Pero bueno, será una excusa para regresar en otro momento.
Pues otro madrugón y unas ojeras que nos legan ya al suelo 🧟♂️ pero yo por lo menos super animado y motivado. Además no podemos estar teniendo mejor clima. Aunque ha habido momentos de calor y aire, no nos ha caído ni una triste gota y eso también hace mucho en jornadas maratonianas como estas.
El menú de hoy vuelve a ser otra larga etapa de casi 225km pero eso sí, tan solo 600m+ así que, después de lo que llevamos encima, creo que los haremos casi sin despeinarnos. Y oye no hay mal que por bien no venga que un poco de relax para el cuerpo pues no vendrá mal. Aunque también es cierto que, que no haya subidas, no significa que no vayas a tensar 😅. Yo con terrenos así a veces no me doy cuenta y me pongo un ritmo de aquellos que me hacen ir forzando un poco para ver que la bici va rápida. Es como que ya cuento que a mi me cuesta más subir y sufro más en esos terrenos y cuando llegan las partes rodadoras, quiero compensar y entonces acabo tensando para ir rápido y mantener o subir la media.
Y otra cosa que me suele pasar. Si en la 3ª- 4ª etapa no sufro una bajad de defensas brusca y paso uno o dos días mal, incluso con fiebre, lo que me ocurre es que empiezo a ir a más pero la curva en la gráfica no es lineal. Cuando quizás otro empieza a flaquear por el paso de los días, km, esfuerzos, etc. Yo todo lo contrario, puedo tensar mucho más aún y afortunadamente para mí, es o que me está sucediendo. y si encima en algunos momentos, yo que jamás tomo cafés y tal, me tomo un chisma de estas....😈
Venga seguimos para bingo y pasamos por la vía verde de Oropesa camino los parques naturales de Cabanes-Torreblanca y el de la Sierra de Irta.
Algunos túneles parece que te llevan al mismísimo Abismo de Helm 😆
En Peñíscola paramos a hacer un arrocito y aquí nos separamos. Hoy tenemos que llegar a Riumar, al fondo del Delata del Ebro y alberto lleva muchos km con el piloto rojo encendido, así que cogerá el tren para acercarse y así reposar ya un poco con idea de poder afrontar mañana la última etapa.
Mientras tato yo hago los últimos casi 85km dando pedales por la costa y luego ya desde La Rápita, los 40 finales íntegramente por el delta. Otro lugar particular, Reserva de la Biosfera y que sumado a todo lo que llevamos atravesado, esta haciendo de este bikepacking, una aventura de muchos quilates.
Disfruto como un enano rodando por aquí, por estos caminos entre arrozales y por las playas kilométricas. Voy alegre de ver todo lo que estoy viendo, de vivir esta experiencia y de sentir que piernas/motor están funcionando tan bien. Además sin molestias.
Nos juntamos de nuevo en la tarde noche, ya casi de noche. Alberto ha pillado un tren que ha salido tarde y aunque se ha ahorrado muchos km, ha tenido que hacer otros tanto para llegar hasta aquí claro. Así que se le ha echo bola la cosa.
Desgraciadamente, el cuerpo no recupera, va a peor y para cuando nos levantamos por la mañana, ya ve claro que será imposible continuar. Nos queda la etapa más larga, a él sería algo menos por que tiene el coche en el parking del aeropuerto de El Prat, pero sigue siendo igualmente una jornada que si va mal, como las otras se le van a ir tranquilamente 9-10h de bici. Sabía decisión y en el lugar más cercano, agarrará el tren y directo para BCN. Es una pena, me sabe mal por que al final sé que no ha disfrutado del viaje como yo y por que me gustaría que lo pudiéramos acabar juntos. Pero entiendo perfectamente que para ir así, es mejor levantar el pie por que al final, puedes acabar mal de verdad por forzar tanto la máquina.
Así, como yo sí que iré en bici y tengo 240km con 2100m+ por delante, salimos bien temprano juntos, le acompaño hasta donde el se retirará y yo sigo la marcha ya en solitario.
Por un lado triste y por otro, pues hoy viendo como me van las piernas, apretaré el cuelo todo lo que quiera/pueda sin mirar atrás y eso hace que precisamente la última etapa del viaje, después de otras 7, después de cerca de 1400km y casi 20.000m+, ésta sea la saque una mayor velocidad media.
Mucha costa nuevamente, algunos km complicados por una zona de toboganes durísimos, otros tramos de improvisación, algunos caminos rotos y pedregosos pero según te vas acercando ya más a terreno conocido, la sensación de eufória que te recorre el cuerpo, hace que aún quieras correr más.
Esta es una etapa mucho más rompe piernas, cn un serrucho de la gráfica de la altimetría, muy marcado entre los km95 y km185 y una parte final sencilla y muy llevadera como es todo el parque fluvial del Río Besos y ya los 10km finales por el paseo maresmeño y la llegada a casa en Tiana.
Conseguía así finalizar este super bikepacking que para mí es 5⭐️ y me ha encantado. Hemos bregado mucho pero lo hemos disfrutado a tope y siempre con una sonrisa dibujada en la cara.
Además, no hemos sufrido percances mecánicos y eso también es muy importante ya que te pueden arruinar el viaje.
Gracias Alberto por la compañía de estos días pero sobre todo por haberlo puesto desde inicio, todo tan fácil. Lástima que no hayas ido físicamente todo lo bien que te hubiera gustado, pero bueno estas cosas son así y nada oye, habrá que montar otro para quitarnos la espinita no? 😉
No han sido jornadas fáciles y como dije en algún momento, muchos hubieran tirado la toalla mucho antes...
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