domingo, 26 de septiembre de 2021

TRANSANDALUS FREESTYLE...BIKEPACKING CX


Ya van varios años que quiero hacer alguna ruta por Marruecos o Islandia, pero estos 2 últimos años con la dichosa pandemia, todo es más complejo aún y hay que optar por planes B. Lo bueno es que tengo muchos planes de viaje y cosas en la cabeza, lugares apuntados a los que en algún momento u otro, quiero tratar de llegar, así que las alternativas a los planes A, siempre acaban siendo magníficas también.

Una vez más nos embarcamos mi compi Oscar y yo en otra aventura en modo bikepacking. Vuelta a las andadas como hiciéramos en 2019 en aquella maravillosa TransCanarias que dibujé en casa y tanto disfrutamos en cada una de las islas por las que pedaleamos. En aquella que fuimos, él con su MTB y yo con mi CX, diferentes estilos pero mismo objetivo...

Pues tras indagar cada un poco por su cuenta, nos topamos con una ruta que, nosotros no podríamos hacer por completo, pero completarla ha de ser tremendo. Tras barajar nuestras diferentes opciones en función de vuelos, destinos de llegada y salida, las horas diarias encima de la bici, que en eso ambos tenemos diferentes opiniones y hay que llegar a un termino medio, y los puntos de interés por los que casi que sí o sí había pasar, pues adaptamos un recorrido de "traca i mocador"!!!

La verdad que la composición de las etapas no fue fácil, por que por un lado queríamos abarcar una cierta parte del territorio, pero por otra, limitábamos las horas de pedaleo y claro, la ecuación no acaba de cuadrar y el equilibrio de la balanza, no fue fácil de conseguir. 

En este tipo de rutas, a mi me encanta echar las horas que sean necesarias encima de la bici. Es parte del viaje, de mi modo de hacer cicloturismo y aunque también me gusta pasear por los pueblecitos al acabar las etapas, no es mi prioridad. Oscar tiene más un límite de horas sobre la bici y prefiere estar ya sin bici tras unas 5-6h de pedaleo. Pero como hablando se entiende la gente, pues ambos tratamos de dibujar una ruta que nos compensara y finalmente, aunque hubo algunos días que cada uno hizo sus etapas particulares, nos quedó una TRANSANDALUS FREESTYLE de escándalo!!

El viernes 17 por la tarde ,tomamos un avión que nos llevó a la hermosa ciudad de Granada. Mismo ritual de otros años, empaquetar bicis, repasar y repasar todo lo que te has de llevar. Listas de ropa, recambios, aparatos electrónicos, neceser...

Quedamos en el aeropuerto de El Prat, un vuelo corto y ya una vez en Granada, buscamos un taxi que nos lleve al alojamiento que, por logística y comodidad, lo teníamos allí mismo en frente del aeropuerto en la localidad de Chauchina.

Negociamos con uno de los trabajadores que nos permita dejar allí las cajas de las bicis y así, a nuestro regreso, les volveremos a hacer gasto, bien sea pasando otra noche, comiendo, cenando...

Empezamos a montar bicis y empaquetarlo todo en nuestras alforjas antes de bajar a cenar. Cargamos pilas y ya a descansar entusiasmados con las jornadas que nos esperan por delante. 

La primera etapa nos llevaría desde Chauchina(Granada) a Puente Genil, ya en la provincia de Córdoba. Un total de 163km con casi 3000m+ que completaríamos en 8h10' de pedaleo. 


La idea era hacer la mayor parte de los km de la travesía por caminos y en su defecto, por carreteras secundarias poco transitadas. Eso le da un encanto especial, pero por otro lado, acostumbra también a generar un plus de dificultad y exigencia con el que hay que lidiar con la mejor de las caras, que hemos venido a disfrutar y al final, los esfuerzos, de un modo u otro, siempre son recompensados. 

Iniciamos la marcha perfilando el curso del río Genil, que nace en Sierra Nevada y desemboca en el Guadalquivir ya en la provincia de Córdova, siendo el segundo más largo de Andalucía. Unos primeros km placenteros y facilones en los que se puede rodar tranquilamente sin apenas subidas. Lo duro de esta etapa van a ser los innumerables repechos, algunos de % tremendos que pasan más factura a las piernas, que subir un puerto continuo y sostenido.  


Zonas más abiertas y expuestas, otras más escondidas al paso por los cerros de la Mora, el de Verdeja, el de Beylar o el Cristino. También, en la aproximación al Embalse de Iznájar, donde los montes repletos de olivos disimulan el camino y en ocasiones, te da la sensación de estar en un laberinto del que no sabes si encontrarás la salida. 

Aunque hay otras en las que no hay nada que te proteja de los rayos del sol, el viento y donde la mirada se pierde en el horizonte sobre los campos algo deshidratados en esta época.



Seguimos la Ruta de las Fortalezas en Valderrubio. Parte de un recorrido que permite hilar los núcleos que tuvieron un protagonismo especial en el dominio de este territorio hasta la época cristiana. Zona de confluencia de los dos reinos, escenarios de confrontación y convivencia, donde el producto final ha sido el afloramiento de un variado patrimonio arquitectónico-cultural rico y singular, dentro de la provincia de Granada.



Camino a la población de Loja, un poco de asfalto y zona rápida en la que damos rienda suelta a esas ganas de acelerar si las piernas te lo piden. Pero el viento en contra hace acto de presencia y hay que ir regulando, que aún quedan muchos km por delante de esta mini Liege-Bastogne-Liege que nos hemos montado jaja



Allí dudamos un poco, por que primero el track nos mete por una barriada en la que algunas de sus callejuelas no tienen salida, todo y que elel GPS nos marca que deberíamos ir por ellas.


Finalmente encontramos la salida por un camino que parece no tener salida y que va paralelo a las vías férreas. Seguimos remontando el Génil y ahora viene un consecución de repechos que echan para atrás. Algunos son literalmente paredes y menos mal que aún les han puesto concreto rayado, por que sino, no sé ni si subiríamos jaja.
Entre campos de olivos y dejando a nuestra derecha la Sierra Martilla, nos vamos acercando a una de las colas del Embalse de Iznájar, conocido como el Lago de Andalucía, situado entre las provincias de Granada, Córdoba y Málaga.






Aquí liquidando uno de los muros que, como suele pasar, la imagen no capta la realidad. Oscar con la cabeza gacha y justo tras él, se ve como el cemento se pierde por que cae en picado entre esta loma y la anterior. Si te fijas un poco al fondo de la imagen, allí se va la diagonal por la que bajamos y ya te puedes hacer una idea de la verticalidad de ambos tramos.



Esta es una parte realmente exigente, el Sol ya está bien alto, justo encima de nuestros cogotes, como este puente de la autovía de Málaga.


Pero como se suele decir, lo estamos gozando y de momento, tanto Oscar como yo, le ponemos buena cara a todo lo que el camino nos va poniendo por delante. Terreno seco, quebrado y ahora, un embalse que tiene su extremo así de  colorido, pero tan excaso de agua al mismo tiempo.


Después de atravesar por mitad del campo un buen trozo, salimos a la GR-5400 justo después del pueblo de Zagra.  También pasamos por el pueblo de Fuentes de Cesna, donde paramos a tomar unas cocacolas bien fresquitas y a comer algo sentados en el suelo de una acera cualquiera. Lujos de viajeros 5 estrellas jajaja


Oscar es un super dicharachero y le habla hasta a los setos jeje. Un tío majo que entabla conversación con los lugareños rápidamente y yo que soy más o menos del mismo gremio, pues entre uno y otro, como nos despistemos, colgamos las bicis y nos quedamos allí sentadicos echando la tarde charlando de lo que sea jaja. Y es que son de las cosas bonitas de estos viajecillos, esos ratos con mini charlas distendidas en las que las preguntas "¿de donde venís? y ¿hacia donde vais? ponen en común los diferentes puntos de vista y modos de disfrutar de la gente como nosotros y de aquellas personas más relajadas que cogen la bicicleta como mucho para ir a comprar a la panadería del pueblo. Con la que está cayendo de calor estos días, decirles que estamos recorriendo parte de Andalucía con nuestras bicis mochileras, haciendo cada día entre 120 y 200km, pues como que no les acaba de entrar en la cabeza jejeje.

Ahora un rodar fino, aunque seguimos con las cuestas, nos lleva a perfilar el embalse dirección al pueblo que lleva su mismo nombre.






Esta aproximación Iznájar es muy bonita y placentera, sobretodo por que es casi siempre picando hacia abajo, y en algunos tramos con mucha pendiente. Las vistas dejan intuir que el pueblo será de aquellos que vale la pena visitar con calma, pero hoy nosotros lo dejamos un poco de lado y lo flanqueamos por su parte oriental para luego cruzar el embalse por el puente de la A-333 , que casi lo fracciona en 2 en embalse dejando a nuestra derecha la Playa de Valdearenas y a nuestra izquierda el pueblo.




Una paisaje muy particular y de postal. Las casas blancas resaltan sobre el manto verde a topos de los miles de olivos que rodean a los pueblos y se adueñan del monte. Colinas y colinas repletas de estos árboles que producen las olivas de las que extraemos el conocido oro  líquido. Ese aceite virgen por el que, entre otras muchas cosas, se conoce a este país alrededor del mundo.



El agua es vida, se nota que todo lo que hacemos pegaditos al embalse y a las partes donde el Genil muestra todo su esplendor, gana en encanto, frescor, color y en definitiva, te alegra el camino.




Hasta cuando menos te los esperas y más hace falta, justo cuando la flora cambia de golpe de una curva a la otra, cuando aparece una pineda super frondosa en mitad de una zona tan árida, un caño de agua fresca te saca una sonrisa de oreja a oreja. 


Pero no es oro todo lo que reluce y tras un pequeño oasis, el desierto siempre asoma y te devuelve a la realidad. Pero es lo bonito de estas rutas, que hoy te mueves por este tipo de terreno y mañana quizás pases por la zona más verde y frondosa que hayas visto en cientos de km. Cada rincón tiene su encanto y hay que saber sacarle el jugo a todos y cada uno de ellos.
Mientras tanto, Oscar, yo y nuestros virtual partners, seguimos avanzando!!!








Entramos a Cuevas de San Marcos por la puerta de atrás y sin hacer ruido, por un camino que trepa sin descanso tras haber perdido altura como lo hiciera el agua del embalse al paso por la presa de Iznájar donde se encuentra la central eléctrica.



Un buen trecho que luego, ya entre casas y por asfalto, no deja de subir hasta que llegamos al km0 de la A7300 camino a Cuevas Bajas, un trozo que hacemos por asfalto y otro más largo por camino.



Cerca de Tèjar, otra zona en forma de hoja de sierra con constantes toboganes durísimos y a estas alturas de la etapa, ya no se pasan tan livianamente. Las piernas empieza a acusar el cansancio y las cabezas ya van pidiendo descanso. Yo por el momento voy muy bien, de hecho, cuando me encuentro bien, más km me echan, más cómodo voy al paso de los mismos.

Todo va viniendo con un pan debajo del brazo. Que aprieta mucho el calor, pues el camino te pone una presa para que te pares a echar un vistazo y sientas el frescor del agua brotando a través de sus compuertas. 



Que tienes sed y el poco agua que te queda en los bidones parece meado de vaca...pues el camino te pone una fuente a un lado para que pares y bebas todo el agua que te haga falta.


Que tienes hambre pero estás harto de comer barritas de esas que son cómodas de llevar, pero que la mayoría no hay quien se las coma a gusto...pues el camino te pone un higuera esplendorosa y cargada de higos deliciosos y super dulces.



Y es que para estos viajes y estas jornadas maratonianas, no hay nada como ser positivo. Pensar siempre que, los momentos malos, siempre tienen un final y por negro que te parezca todo en momentos puntuales, la situación siempre tiende a ir mejor y algo bueno te sucederá después.

Ya en la provincia de Córdoba nos acercamos a Benamejí, situado a casi 500m. En uno de los muros que hemos subido por asfalto y cemento, dejamos a nuestra derecha el Castillo de Gómez Arias, también denominado castillo de Benamejí, una fortaleza hispanomusulmana ubicada al sur del municipio.


Luego una bajada serpenteando entre olivos en la que podemos ocupar todo el ancho de la carretera ya que vamos completamente solos. Entre caminos y carreteras así,  a no ser que pasemos por los pueblos, casi que podríamos hacer todos los km sin cruzarnos a penas con nadie.


Pero se acaba la bajada y vuelta a subir, tramo duro nuevamente, y luego tierra, luego bajada por asfalto y cruzamos el puente renancentista de Hernan Ruíz. Dejamos la carretera tomando un camino justo al otro lado del puente y que, en escasos 2km, nos plantará en las callejuelas de Benajemí. Pero no será gratis, puede que sean los 2km más duros que hagamos hoy. Primero tierra y luego concreto rayado que sube más y más. Eso sí, las vistas cuendo volteas a mirar atrás....


La cara de Oscar lo dice todo...


Pero la vista del street view no engaña y es que cuando digo que hicimos muros realmente duros, pues no es hablar por hablar. Acumular casi 3000m+ y casi todo en muros y repechos...no es gratis!!


Nosotros lo vimos todo más seco, pero aún y así, las vistas son preciosas.


Cruzamos el pueblo y lo dejamos ya a nuestras espaldas poniendo la directa a un final de etapa que ya está mas cerca.



Bordeamos la Laguna de Jareles y entramos en una zona muy árida cerca de Badalotosa. A vista de satélite se divisa una gran mancha blanca sobre el terreno, pero si te aproximas y lo sobrevuelas, a vista de pájaro poco que ver...


Todos esos puntitos perfectamente alineados son olivos. Hectáreas y hectáreas repletas de olivos sobre una tierra blanquecina. Y por allí en medio, algunas pistas por las que nosotros cruzamos...


Pero no dura mucho, hasta que dejamos el camino para ir por una carretera en la que ya el resplandor de verlo todo tan blando se pierde.


Y justo en la Estación de Camporreal, donde inicia en ese punto la Vía Verde del Aceite, nosotros ya estamos casi finiquitando esta etapa acercándonos a las rodalias de Puente Genil. Entramos por un punto que no invita a quedarse, la Barriada de Juan Rejano, pero la pasamos algo de largo y tras abandonar la carretera principal, ya podemos dar stop a la ruta del garmin y chocarnos las manos.
 
Al llegar  al hotel, una cerveza y una clarita bien frescas para brindar por esta primera e increíble etapa.  A Oscar ya le han sobrado los últimos 20km pero el tío es un jabato y al final los km van cayendo uno tras otro, sin prisa pero sin pausa. 
A mi me encanta probar la gastronomía de la zona, aunque cuando viajo sólo, priorizo darle al cuerpo lo que realmente necesita en post de lo que me apetece más. Pero como ya decía al inicio, hay que saborear cada momento y también ceder en algunas cosas, así que como a veces con este tipo de etapas, si veo sufrir a mi compi me siento mal, pues el premio de la cena, se lo dejo escoger a él. Yo me amoldo, a donde él quiera ir, pues haya que vamos y yo feliz. 
Al final es de agradecer también el paseito después de la etapa, la charla relajada, las risas y como hoy, una cena de lujo en uno de los restaurante que mejor fama tiene en Puente Genil.



Los andaluces tienen un salero especial y en nuestra primera cena de viaje, no podíamos pedir más. La comida exquisita, pero el trato con el personal (la familia al completo) y los camareros, en particular uno de ellos que hizo que me doliera más la barriga de reírme que las piernas de pedalear, fue de diez.
Luego paseo de vuelta al hotel reposando la cena y a dormir como angelitos cargando baterías cual móvil enchufado a la corriente pensando ya en lo que nos depararía la siguiente jornada.


Hoy nos espera la que sería la etapa más larga de esta aventura. 203km con muy poco desnivel, a penas 800m+ , pero con un viento en contra que haría como si hubieras hecho 5000m+.  Desde que arrancásemos a primera hora de la mañana, un total de 8,5h en movimiento en las que vimos muchas cosas pero es cierto, que el paisaje en esta etapa, no fue en general, el más atractivo.


Hubiera estado bien entrar a Sevilla pero demasiado follón y yo particularmente, prefiero ver monumentos naturales antes que cualquier ciudad y sus edificios-esculturas. Nos seducía muchísimo más llegar al Parque Natural de Doñana perfilando el Río Guadalquivir hasta su desembocadura en el Atlántico, ya en Sanlucar de Barrameda, final de nuestra etapa. 

Muuuuchos km de campo, tierra seca, olivos, cultivos de algodón, rectas interminables de asfalto, canales de riego, algún vallado que pondría a prueba nuestra capacidad de saltar con la bici a cuestas, flamencos, salinas...

Nos ponemos en marcha....


Unos primeros km con algunos tramos de rectas largas por asfalto como el de la SE-7200 de Lantejuela a Marchena, pero también mucho rato por caminos entre campos de olivos y esos, siempre cuestan y le pasan factura al cuerpo. 


Aunque no hay subidas largas , siempre hay repechos, y al estar el terreno tan seco, el cuerpo va acusando todas esas horas encima de la bici rebotando y parando todos eso impactos con el trasero, brazos y espalda.




Y por los campos sin hacer mucho ruido, nos colamos en la provincia de Sevilla. Le vamos ganando terreno al mapa y nos vamos acercando a la línea costera avanzando pedalada tras pedalada, sin que nada nos detenga. Tan solo las pausas improvisadas para investigar un poco y hacernos algunas fotos que luego con los años, al verlas nuevamente, nos llevarán en un abrir y cerrar de ojos, a ese mismo lugar, a ese preciso instante que tendremos almacenado en algún rincón de nuestra preciada memoria.






Estas ruinas son la única edificación que hemos visto en un buen rato, el resto, campos, caminos y olivos. Luego más adelante otro vestigio de lo que pudo haber sido una torre de vigilancia.


No es fácil mantener un pedaleo fluido por estos caminos que en muchas ocasiones, o están muy secos y llenos de grietas, o tienen mucha tierra blanda con lo que cuesta horrores avanzar. O literalmente cruzan por mitad de la siembra y ahora, son todo chuscos de tierra seca. Oscar por aquí va mucho más cómodo que yo con su bici y esa doble suspensión que ya quisiera yo jaja, pero no me quejo ya que luego vendrán tramos que me compensarán más a mi. Además ya estoy bastante acostumbrado a que esta bici me lleve por todo tipo de terrenos y mientras lo siga haciendo, yo feliz.





Vamos cruzando de tanto en cuando por pueblos...Lantejuela, Marchena, Arahal, Utrera...así como también por campos de algodón, algo que ninguno de los dos había visto aún en directo. 


Pasamos algunas zonas más verdosas, no mucho, pero por lo menos ya cambia el ambiente y según nos vamos acercando a las cercanías del Guadalquivir, las tierras ya se ven más oscuras, un terreno más empapado y un frescor que en forma de viento molesto, nos va llegando.


Y es que hasta este momento no sabía que en Andalucía se concentra casi el 100% de la superficie nacional del algodón, convirtiendo a España, junto con Grecia, en uno de los únicos países productores de la Unión europea.  

Tras 5h y media de pedaleo, alcanzamos la ciudad de Utrera y nuestras barriguitas nos piden algo de comida que no venga en mini paquetitos de plástico jaja. Buscamos entre las diferentes opciones y acabamos en un bar restaurante junto al Parque de la Vereda. Tiene buena pinta, no por el local, que la verdad que es lo que menos atrae, pero a la gente se la ve contenta en las terrazas y las raciones que vemos desde lejos, tienen muy buena pinta. Claro, aquí el tapeo es típico, pero nosotros, además de poder dar un bocado a algo que te apetezca, necesitamos cargar bien los depósitos, así que algo de arroz o pasta nos vendría de lujo.

Nos traen unos platitos de paella que entra sola, un poco de ensalada y lo que venga después, pues ya es un más a más. Una paradita que nos sienta de lujo y que nos dará la energía suficiente para afrontar los casi 90km que aún nos faltan. 

Yo en toda esta última parte venía muy bien y a Oscar ya se le había hecho un poco bola. Las largas rectas, tramos por asfalto y un ritmo de aquel constante, pues no es lo que más le seduce. A mi no es que me guste pero seguro que estoy más acostumbrado y además, me pongo en modo "entreno", agacho la cabeza, y dar pistonazos sin parar jeje.

La reanudación no cambia mucho lo visto hasta ahora, pero si que todo es mucho más verde. El viento molesta más y aunque ahora una larga hilera de eucaliptos nos resguardan de las caricias de Eolo, en unos cuantos km más, los perderemos y poco, por no decir nada, quedará que nos proteja de él.

jeje en la misma carretera pero unos cuantos km antes y otros después. Cara sonriente y cara de ..."madre mía que tortura" jajaja

Ahora viene un tramo algo incierto en el que dudamos si podremos pasar o no. Inicia como una carretera pero luego acabamos siguiendo un camino que parece un patatal. Va pegado a un canal  y en un punto, nos lo encontramos cortado por una valla que lo nuestro nos cuesta saltar con las bicis cargadas. 


Llevamos muchas horas bajo un sol abrasador y a mi hasta me da un pequeño mareo. Consigo reponerme pero necesito agua, fresca si puede ser y sentir un poco de aire fresco también y no éste que nos sopla que parece proceder de una sauna. El terreno está tan sediento como nosotros...


Y llegamos al Brazo Este, donde nos topamos con un caserio abandonado y otra valla que sortear. Por el lateral pasa otro canal y por encima de la compuerta, con mucho cuidado, conseguimos pasar al otro lado donde enlazamos con la carretera del Práctico.

Se trata de una vía de 100km que transcurre en casi todo su recorrido a escasos metros del propio río, que fue construida en las primeras décadas del siglo XX, probablemente en torno a los primeros amagos de explotación de las marismas y que, con el repentino tránsito de vehículos una vez que llega la Democracia y el consiguiente turismo, se ha visto también recurrentemente deteriorada, con baches en los que cabe literalmente un vehículo


En estos últimos 60km iremos siguiendo el curso del Guadalquivir, disfrutando sus vistas, sus marismas y sufriendo su viento por una carretera que más bien es un camino. A partir de este punto ya vemos algo de fauna y es una distracción.

Pero antes de eso, se nos aparece la Venta de El Santero, un localito muy auténtico y evocador. El típico sitio para echar un desayuno de aquellos ricos a orillas del río y en el que la clientela suelen ser la gente de campo. Me encantó aunque sólo necesitáramos agüita fresca!!

Ya con el coco remojado y habiéndole bajado la temperatura al motor, emprendemos la marcha otra vez.









Sonríe Oscar que ya no queda tanto va!! jajaja. La verdad que esta última parte yo sé que él no la disfrutó nada y le sobraron 50km de etapa. Pero aguantó estoicamente y es de agradecer que, aunque estuviera menos hablador, pues oye, hay que llegar y se llega. Algún otro, con lo que llevábamos encima, si ve estas interminables rectas con el viento que nos estaba pegando...se echa a llorar y ahí se queda jaja. Bravo company!!!

A la altura de Trebujena, la carretera hace un pequeño quiebro y ya nos dirige hacia el Parque Natural de Doñana y a la Salina de Nuestra Señora del Rocio.





Recuerdo como si fuese ayer mi primer viaje en bicicleta, cruzando Australia de punta a punta, de oeste a este y por mitad de la Nullarboor Plain donde atravieses la recta más larga del continente. 147km para ti solito jaja que acaban con una curvita de nada jaja y otros tantos km más sin variaciones. Habiendo hecho aquello, hombre esto se hace duro, pero es un pim pam jeje



Y aquí, tras un rato pedaleando casi sin ver árboles, viene una zona de eucaliptos, que antes hablo de Australia y mira por donde...una zona preciosa y super verde como tantas te puedes encontrar allí.





Y llegamos a la entrada el parque entrando por el Pinar de la Colonia Agaida, que se ha formado allí por la colmatación del estuario del Guadalquivir por las arenas de la corriente litoral y los sedimentos arrastrados por el río. En este pinar se han realizado diversas excavaciones, hallándose restos romanos con objetos de culto que están expuestos en el Museo de Cádiz.  Y hablando de Cádiz, pues otra provincia en la que entramos y el olor a salitre ya nos llega augurando unas próximas jornadas costeras muy distintas a las anteriores.



Ya estamos llegando, el pinar tiene mucha arena de playa y vamos con ganas de ver el océano y las playas de Sanlucar. Pero también estamos algo cansados y quedan cosas por hacer, buscar el alojamiento, dejar todas las cosas, darnos un buen baño e ir a dar un paseito para buscar un buen sitio donde cenar a gusto.




Se acaba la parte de pedalear sin preocupaciones de coches y gente. Ya estamos en Sanlucar y callejeamos un rato hasta llegar al Hotel Los Helechos. Muy bonito, acogedor y con una piscinita a la que no nos podemos resistir jajaja.







Y para cenar, un pequeño paseo y acabamos en la terracita de un restaurante, en la pequeña Plaza de la Victoria donde cenamos de lujo y nos echamos unas buenas risas aplicándonos el lema...







Dejamos atrás los campos y ahora, por delante vienen etapas muy distintas. Inmersos de lleno en tierras gaditanas, intentaremos tocar buena parte de sus puntos de interés, recorriendo casi la totalidad de la línea costera llegando al Puerto de Tarifa y luego perfilando los acantilados de su Parque Natural hasta la Punta Canales.


Casi 150km con casi 1000m+ que recorremos en algo menos de 7h en los que cruzamos 2 Parques Naturales más, el de la Bahía de Cádiz y el de La Breña y Marismas del Barbate. Rodeamos la Base Naval del Rota, llegamos al Faro de Trafalgar en la Playa de Caños de Meca, gozamos un recorrido super placentero y liquidamos las horas de luz con una puesta de Sol de escándalo que nos dejo maravillados mientras tomábamos algo fresco en la playa de Zahara de los Atunes. 

Iniciamos el día levantándonos bien pronto por la mañana. Tanto, que el apaciguado ritmo andaluz nos dice que a esa hora no se sirven desayunos jeje. Arrancamos pues en ayunas y como los primeros km son muy placenteros camino a Chipiona, pues le vamos dando a los pedales al ritmo que nos vamos desperazando. 

Encadenamos unos cuantos km siguiendo esta vía verde, la del Camino Natural de Rota que nos llevará hasta la Base Naval, la cual rodearemos y dejaremos atrás para llegar al Puerto de Santa Maria.




Pero antes de llegar allí, una parada en Chipiona para desayunar un bar con los trabajadores de la zona. Un poco de energía y arrancamos nuevamente.


De momento es todo rodar fácil, algunos repechos pero en general, se puede ir rápido. En principio la idea inicial para hoy era llegar a Tarifa, y era factible pero según pasan las horas y los km ya vemos que no será así. Oscar en estos primeros compases de etapa va muy relajado y yo algo nervioso de verle dejarse ir tanto, como sin tener ganas de pedalear. A ratos vamos separados el uno del otro, que tampoco es cuestión de agobiarse y poco a poco pues vamos haciendo.

Llegamos al Puerto de Santa Maria y cruzamos el río Guadalete por el puente que hay cerca del Castillo de San Marcos, una fortaleza del siglo XIII que fue mandada construir por Alfonso X el Sabio.


Luego dejamos las calles y el asfalto para cruzar el Parque Natural de la Bahía de Cádiz. Nos perdemos a propósito por los caminitos que recorren la Marisma de Los Toruños y Pinar de La Algaida, que ocupa una extensión de algo más de 1.000 hectáreas en pleno corazón de la Bahía de Cádiz, superficie que pertenece a los términos municipales de Puerto Real y El Puerto de Santa María. Este parque metropolitano se encuentra a su vez protegido por figuras internacionales de conservación debido a su singular relevancia para el mantenimiento de sus hábitats y especies de interés. A sus valores ecológicos se suma el patrimonio cultural –material e inmaterial- dado por el aprovechamiento tradicional del territorio, que ha permitido la conservación de sus hábitats y el uso y disfrute de los espacios y paisajes que hoy conocemos.







Enlazamos este entramado de caminitos rodeados de agua con el paseo marítimo de Puerto Real y la Playa de la Cachucha. Seguimos oliendo a salitre, a océano pero yo ya tengo ganas de perder de vista los edificios.



Algunos tramos más de asfalto empezando otra carretera en su km0, que en estos días ya llevamos unas cuantas jeje. Y también otros de carriles bici perfectamente delimitados.




Y cuando dejamos el asfalto por un rato, pasamos por la Puerta Verde de Chiclana para ir directos a Chiclana de la Frontera con unos 75km, para los que hemos empleado 4h y media. Buen momento para hacer una paradita y comer algo de fruta en este bonito portal de una calle cualquiera.







Seguimos la marcha y ahora viene la parte más atractiva de la ruta. Una segunda mitad de etapa que fue un regalo para los sentidos. Tras un pequeño paseo por el interior, regresamos a la costa pasando por la Reserva Natural Laguna de la Paja. Una pineda con caminos de tierra de playa y alguna lomita que se las trae para subirla.




Y al ratito ya estamos en la línea costera pasando por la La Playa de la Barrosa. Desde este punto hasta el Cabo Roche, una cala tras otra y a cual mejor. 




Caminos de tierra rojiza sobre acantilados que se desploman sobre las aguas atlánticas, las mismas que van erosionando estas paredes. Caminos que llevan al Faro de Roche. En su cota más alta están las ruinas del torreón de El Puntalejo, rodeado por las diversas calas llamadas calas de Roche y la playa de la Barrosa, que dejamos a nuestras espaldas.
Desde este punto se pueden divisar las costas de Marruecos al otro lado del estrecho.





Al fondo de la imagen ya vemos la ciudad de Conil de la Frontera.






Llegamos a este municipio gaditano y nos damos una vuelta por las calles de su casco antiguo. Compramos agua fresca y algún refrigerio en la calle...jajajaja


 Seguimos pedaleando sin prisas. Cruzamos la desembocadura del Río Salado pasando cerca de uno de los  búnker que lleva el nombre del pueblo. Construidos en la segunda guerra mundial por el terror de Franco a sufrir una invasión de los Aliados.


Aunque aún queda un trecho, nos vamos acercando a Tarifa y eso significa presencia de viento. Al Salir de Conil por la carretera, ya lo noto pero llevo buenas piernas y le voy dando rueda a Oscar. En ese sentido hacemos buen tandem. Si el no va fino, pues yo me pongo delante y como a mi no me importa tirar del carro si estoy bien, pues voy marcando el ritmo y así ambos avanzamos más rápido.


Llegamos a Playa de Caños de Meca y no podemos evitar el ir a ver el Faro de Trafalgar.  Situado ya en el término municipal de Barbate, El faro de Cabo Trafalgar es un monumental faro de aproximadamente 34 metros de altura y torre troncocónica blanca, levantado en 1860 muy próximo a la torre almenara del mismo nombre. Para llegar hasta él, hay que cruzar algunas dunas de arena y luego, coronar un pequeño repecho desde el que hay unas magnificas vistas.








Al llegar arriba nos damos cuenta de que no podremos estar un rato aquí tranquilos. Hay todo un equipo de rodaje y demasiado jaleo de gente, así que hacemos unas fotos y nos vamos tranquilamente por donde hemos venido.



Pretendemos seguir perfilando las playas pero hay un sendero que es imposible de hacer sobre las bicis. Es literalmente como ir por la playa y no podemos avanzar, así que no nos queda más remedio que remontar un fuerte repecho e ir a buscar la carretera que cruza el Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate.



Pero la etapa ya está casi liquidada, bueno yo aún tenía el convencimiento de que continuaríamos, pero Oscar tenía claro que no, así que dejaríamos lo de ir a Tarifa para la mañana siguiente. Así también, pues un poco de descanso ya que antes de las 16h, estábamos en Zahara de los Atunes.


Después de todo, tener tiempo para hacer la colada, darse un bañito en la playa, tomarse una clarita o una cerveza en un chiringuito en el que dos cantautores de la zona, tocan en directo además de hacer un monólogo con el que te ríes un buen rato y relajarse un poco con las bicis en la cochera, no estaría nada mal.




La puesta de sol fue mágica y por un momento, pues esa nostalgia y sentimientos encontrados. Feliz de estar aquí, de vivir lo que estoy viviendo y hacerlo como tanto me gusta. Pero por otro lado triste de estar lejos de mi familia y mi pequeñaja que me tiene robado el corazón. 
Momentos también que te acuerdas de los que ya no están. Ahora me llevo a mi hermano de viaje a todas partes. Yo pedaleo y le enseño todos los lugares a los que no ha podido venir,  en cierta manera, sé que lo ve todo a través de mis ojos.  



El siempre deja huella y está muy presente en nuestras vidas, el Tito Kim, como le dice Ayari, que no le ha podido disfrutar y se que se lo hubiera pasado de escándalo con él. Siempre de cachondeo y haciendo el payasete. Yo creo que por eso también Ayari se ríe tantísimo y hace tanto  el "tontet".
Tenemos un ángel de la guarda en él, que nos cuida y nos mima desde donde esté.


Bueno, y ya por la noche,  buscar un sitio donde cenar bien rico y luego un paseo con un helado. Con esto, mañana tenemos mecha para quemar durante horas jaja

Pero el paseo también da para aclarar ideas. Yo pensaba que ya que no habíamos llegado hoy, pues mañana seguiríamos el plan establecido e iríamos para Tarifa. Pero Oscar que me dice que él ya ha estado allí,  que prefiere levantarse, salir un poco más tarde y recortar la ruta. Intento convencerle por momentos, aunque él ya haya estado, a mi me hace ilusión llegar y ver los acantilados, además de llegar juntos claro, pero parece que el lo tiene claro. Así que yo por la mañana ya me levanto con otro chip.
Me dejo preparado el Ipod con buena música y mañana arrancaré bien pronto hacia Tarifa. Sólo,  pero con la misma ilusión. Oscar hará un recorte horizontal que le llevará a Los Barrios, un poco por encima de Algeciras, mientras que yo haré casi todo lo que me falta de costa gaditana para luego reencontrarnos en Los Barrios.





De faro en faro y tiro por que me toca...Salgo sólo hacia Tarifa y ya dando pedales al ritmo que me apetezca, que aunque se me hace raro por que lo de ir con compi mola, es cierto que estoy más acostumbrado a viajar así, por lo que no tener que estar pendiente de nadie, también tiene sus ventajas. Sol radiante de buena mañana, música que anima a ir rápido y muchas ganas de ver que me depara esta etapa.

Pasada la urbanización Atlanterra, una rampa dura y llego al Faro de Torre de Gracia, entre las playa de El Cañulo y la de Los Alemanes. Mires para el lado que mires, las vistas son maravillosas.


La Torre de Cabo de Gracia o Faro de Camarinal está situada a 50 metros del nivel del mar. Esta torre vigía fue construida hace más de quinientos años con fines defensivos basados en la transmisión de señales visuales o acústicas de una torre vecina a otra. Ya entonces se utilizaba para avisar del avance de os piratas turcos-berberiscos que por aquellas épocas asolaban nuestras costas.




A estas horas la Playa del Cañuelo esta desierta, de hecho desde que he salido de Zahara sólo he visto a 2 personas y lo que me gusta a mi ir a sí de tranquilo. 


Un tramo de pista para llegar a la carretera que me llevará a pasar por la Playa de Bolonia y El Lentiscal. Desde ese punto si echas la mirada atrás puedes ver la Duna de Bolonia, de más de 30m de altura, declarado monumento natural en 2001.



Una bajada rápida y luego toca remontar para ir a buscar la carretera de Betis, que también hice sólo y evita un buen tramo de la N340. Eso sí, hay más subida mientras vas bordeando el pico de San Bartolomé.



Oscar me había hablado de otra duna que no me podría perder, la de Valdevaqueros y las vistas a la Playa Punta Paloma. Pues le hago caso y me desvío un rato de la ruta para acerarme a ver la duna y a caminarla un poco.






Después de esta paradiña, pongo rumbo ya sin paradas a Tarifa. El viento molesta pero hay muchas ganas de llegar y las piernas hoy van realmente bien. En 1h y media de pedaleo me planto allí. Éste para mi es un punto de inflexión en esta ruta. Super contento, ilusionado y disfrutando cada minuto de este paseo a galope sobre mi querida CX.


Aquí cometo un error ya que quería llegar a Playa Chica y cruzar a la Isla de Tarifa, el punto más al sur de Europa, pero había un acceso cortado y un policía poco simpático, así que no me quise liar y bordeando el Castillo de Guzmán el Bueno, hasta llegar a la Torre de los Maderos, dejé atrás las inmediaciones de Tarifa o por lo menos la zona urbanizada.



A partir de este punto, primero por un sendero, luego por una pista bastante cargada de piedras  por la que cuesta avanzar a cierta velocidad, recorro parte del Parque Natural del Estrecho, Reserva de la Biosfera intercontinental del Mediterráneo. Tenía muchas ganas de venir por aquí y ver los acantilados.



En el sector oriental del parque se localizan los denominados cerros del Estrecho que se corresponden con la abrupta pérdida de altura de la sierra del Cabrito. Estos cerros forman en su contacto con la costa los acantilados del tramo desde Algeciras a Tarifa. Destaca especialmente el cerro de la Horca con una altitud máxima de 206 metros y que forma los acantilados de punta Carnero y el cerro de las Hermanillas, máxima altura del sector con 307 metros y que forma los acantilados de la ensenada de El Tolmo.

Paso también por el Observatorio de Aves que me recuerda mucho a cuando estuve en Nueva Zelanda  visitando el Royal Albatross Centre en la Península de Otago y donde además de los albatross, tuve la suerte de poder ver en directo, en mitad de la noche, un desfile de Pingüinos Azules.

Es una delicia poder pedalear por aquí y obligatorio ir parando cada poco rato para hacer fotos. El fuerte viento complica un poco esta tarea pero aquí ya sabía lo que me iba a encontrar, así que disfrutando de todo en su conjunto.





Puedes escoger ir por la pista por encima de este vallado de espinos o la que va por debajo, pero luego para pasar a un lado u otro, te has de andar con ojo.





También queden vestigios del sistema defensivo contemporáneo del Campo de Gibraltar, conocido con los sobrenombres desde la fortificación de la Bahía de Algeciras hasta la Muralla del Estrecho, es un plan elaborado por el Estado Mayor de Franco antes del estallido de la II Guerra Mundial. La historia de la Segunda Guerra Mundial en la comarca no sólo consistió en la construcción de los búnkeres y batería de artillería de costa, sino que también hubo espías, sabotajes y ataques aéreos. El plan siguió adelante con la construcción de los búnkeres, desde nidos de ametralladoras, casamatas contra-carro hasta fortines de fusileros. La mano de obra utilizada fue la de presos republicanos que fueron agrupados en los llamados Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores. Una obra titánica que empezó con prisas debido al estallido de la II Guerra Mundial, y que acabó en desuso tras la finalización de la misma. 

Se construyeron más de 500 fortines de hormigón, desde mayo de 1939 y y a lo largo del conflicto mundial, por el temor a una invasión anglo-francesa procedente de Gibraltar. Por este motivo, el Estrecho de Gibraltar es el lugar de España que tiene la mayor concentración de búnkeres.


Darse un paseo por aquí,  es sin duda darse un paseo por la historia militar del este país. A medida que vas avanzando vas viendo restos de estas edificaciones, pasarelas, puestos de mando, almacenes...
Después de un buen rato perfilando la costa y sorteando los toboganes que el camino te va poniendo tras cada curva, empiezo a subir hacia la N340 hasta el punto donde se encuentra la batería Costa Cascabel. Una subida sostenida por la que trepo bastante rápido y sorprendido de lo bien que me están yendo las piernas.

Al salir a la nacional, ya se acabó la tranquilidad. He venido sólo todo este tiempo y ahora los coches ya me pasan bien cerca y algunos me recuerdan que ese no es mi sitio, sino el suyo...

Yo a lo mío y poco a poco, voy coronando todos los colladitos que me encuentro, como el de El Bujeo.



Y así llego a Algeciras donde pierdo un poco de tiempo buscando una salida menos congestionada de tráfico. Hablo con Oscar y él está en Los Barrios almorzando-comiendo con un chico que se ha encontrado por el camino. Me indica más o menos como llegar ,pero desde donde estoy, lo más rápido es coger la A7 (carretera de Málaga) que sería como la Ronda de Dalt o Litoral de Barcelona jeje. Pues ale, como por aquí si pueden circular las bicicletas, me pongo en modo crono y a pasar este trámite lo más rápido que pueda.


Llega un momento que ya dejo de ver carteles de salidas a la ciudad y lo que veo son carteles azules. Ahora si que me estoy colando jeje. Justo a tiempo, me salgo y entro al polígono de La Menacha donde veo un pelotón de triathletas. Les asalto un poco  y les digo si me pueden indicar como coger la carretera viaje a Los Barrios para no perder más tiempo, que no quiero hacer esperar a Oscar.
Una vez en la carretera, pues a darle fuerte otra vez a los pedales y ahora sí, en poco rato ya estoy en la terracita donde me había indicado Oscar. 
Una alegría volver a vernos y compartir bocadillo con él compi que se ha echado, que por cierto, muy amable, no dejó que pagáramos. Gracias!!

Aprovecho el paso por está pedanía y en una tienda de bicis compro un botecito de cera para la cadena de nuestras bicis. Oscar se ha despistado y se ha dejado el bidón en la terraza y mientras le espero, hago alguna foto lejana de Peñón de Gibraltar, que ahora mismo lo tenemos en frente.


Ya en marcha, nos empezamos a alejar de la costa y aunque por uno de sus extremos, vamos tocando parte del Parque natural de los Alcornocales, un complejo de sierras donde se desarrolla, en excelente estado de conservación, el mayor alcornocal de la Península Ibérica.


Km de rodar por carretera y por unos estupendos carriles bici. Terreno cómodo hasta llegar a la carretera que nos llevaría al encantador pueblo de Castellar Viejo de la Frontera. 
Un serpenteo muy entretenido y exigente para lo que llevamos encima y además, si le sumamos la presencia de una pareja con bicis eléctricas, pues ya que estamos, vamos a jugar un poco a ver quien llega antes. Lo sé, que estamos de viaje y que hago haciendo estas cosas con la bici cargada y las ruedas gordas...pues por que no lo puedo evitar, siempre que hay opción de jugar un poco al gato y al ratón, pues sanamente, bienvenido sea jaja

Vamos ganando altura y empezamos a ver el Embalse del Guadarranque.




Legamos al pueblo, copado por su esta fortaleza árabe construida en el siglo XIII que se encontraba en una posición de frontera, defendiendo el reino de Taifas, de Algeciras.
Entrando por el arco de la Villa, se encuentra el Alcázar de los Condes de Castellar o Palacio del Marqués de Moscoso, formando parte de la fortaleza y muy transformado.




Luego, una vez dentro, darte un paseito por su callejones blancos y llenos de flores, es muy relajante.











Un rato super agradable el que pasamos aquí hasta que nos ponemos en marcha de nuevo. Ahora nos toca bajar por una pista por la que yo he de ir con sumo cuidado ya que tiene muchos bolos de piedra y no quiero pinchar a estas horas de la tarde. Pero después tomamos una pista más pisada y llegamos bien a la carretera donde podemos rodar cómodos hasta llegar al pueblo de Los Ángeles.


Breve parada para comer algo de fruta que compramos en un colmado, algún refrigerio y dulces artesanos. Con esto, cargamos pilas para afrontar los últimos casi 30km que ciertamente, no contábamos con ellos y la mitad son de subida.




Ya hemos superado una tachuela, pero justo pasado el pueblo de San Pablo de Buceite, sin tenerlo controlado, arranca un puerto de 13,5km sin un sólo descanso. Yo conecto el modo carretero y voy haciendo. No me esperaba que se hiciera tan largo pero por suerte, la parada con recarga de depósitos me ha venido de lujo y subo muy cómodo. A Oscar le ha sobrado por completo el puerto y aunque llega bien, según le veo venir, ya noto que su cara es de todo menos de alegría jeje
Ya también dejamos tierras gaditanas para pedalear por las malagueñas en su provincia vecina.




Ya desde arriba, un tramo de llaneo y luego dejarnos caer a El Colmenar, nuestro final de etapa. Pueblo que se encuentra encaramado en los Montes de Málaga. Dentro de los sistemas Béticos, a una altitud de 696 msnm. Su término municipal comprende parte de la sierra de Camarolos y de la del Jobo, donde se hallan los picos de Chamizo (1641 msnm), Pelado (1387 msnm) y Sierra Prieta (1267 msnm).


Buscamos nuestro alojamiento y carai, hoy vamos a estar de lujo. Además de estar solos, una pareja de extranjeros y nosotros, hacemos buenas migas con las señoras que cuidan de las cocinas y del alojamiento. Estamos muy cómodo, hacemos la colada, tendemos la ropa en el patio, lavamos las bicis, nos damos un baño en la piscina y para cuando vamos a cenar, nos encontramos con una carta de escándalo con la que cuesta decidirse por que plato degustar.











Casi que nos da pena marcharnos de allí jajaja. Pero estamos en el ecuador del viaje y seguro que nos quedan muchas cosas chulas por ver y otras muchas deliciosas por comer. Así que, ponemos equipos electrónicos a cargar, guardamos la ropa limpia, preparamos la de la mañana siguiente y nos vamos a dormir, que hoy descansaremos como niños, tras en mi caso, los 152km con 2400m+ llevados a cabo en 6h45' de pedaleo.






La etapa más corta hasta el momento, pero la segunda que acumula más desnivel. El Colmenar- El Chorro, apenas 116km y 2560m+ completados exactamente en el mismo tiempo de ayer. Hoy mucho camino y senderos con tramos técnicos que incluso nos han obligado a caminar con las bicis a cuestas. Algunas dudas en la navegación por zonas muy poco pisadas, y el paso por alguna ciudad de renombre como Ronda, han hecho que hoy las horas se nos escaparan más rápidamente o que nosotros fuésemos más lentos.

Pronto por la mañana abandonamos el hostal. Vamos al bar de la estación a comernos un par de bocadillos y una vez que estamos ya montados en las bicis, retrocedemos sobre nuestros pasos iniciando la ruta subiendo casi 9km de la carretera que bajamos ayer.


Luego dejamos el asfalto y entramos en un pista perfectamente planchada por la que primero hacemos un tramo de bajada para luego remontar casi hasta la misma altura que habíamos llegado por carretera. Camino sombreado, protegido del sol por los enormes alcornoques aunque en algunos momentos, sale del frondoso bosque y se abre ante ti una vista despejada en la que al fondo, se intuyen las montañas del Parque Natural de la Sierra de Grazalema.






Vamos haciendo hasta pasar el Cortijo El puerto de las Heras y por el Camino de los Puertos llegamos a al pueblo de la Cañada del Real Tesoro. Por el momento, todo pistas y monte muy bonito. 





Vamos todo el tiempo próximos a la vía férrea de Bobadilla a Algeciras y al mismo tiempo del Río Guadiaro. En algún momento el camino se estrecha, se hace un poco complicado de seguir por al lado de las vías y el terreno empieza a complicarse.



Pero de momento todo salvable. Así llegamos a la Barriada de la Estación donde podemos rellenar los bidones en una fuente de la que emana agua muy fresca y luego, la piscina natural de Jimera de Libar que nos tienta a un refrescante baño jaja. 



Y si hasta ahora lo que llevábamos recorrido a lo largo de estas casi 4h había sido bonito, lo que nos esperaba después de subir este puente y cruzar otra vez las vías del tren tras ya casi 4h de pedaleo, era de traca.


Empezamos el Sendero Estación Jimera de Libar - Estación de Benaojan. Éste forma parte de la Cañada Real del Campo de Gibraltar y aunque está marcado para senderistas, hoy nosotros lo haremos con nuestras bicis. Es perfectamente ciclable salvo en algún punto en el que hay mucha roca y claro, con las alforjas es complicado salvar según que escollos. Son aproximadamente 10km, y en algunos puntos las pendientes son realmente exigentes y constantes. 

Pero la belleza de este tramo te mantiene distraído en todo momento ya que al tiempo que pedaleas, no puedes dejar de fijarte a tu margen izquierdo, por donde discurren todo el tiempo las aguas del Guadiaro y también con el espectacular telón de fondo de la Sierra de Líbar en la orilla contraria,  por la que va la carretera. Estamos al límite suroriental de la Sierra de Grazalema y la ruta, de gran belleza, discurre entre encinas, quijigos, chopos y fresnos.










Las subidas se las traen admás de alguna parte técnica como esta, tanto de subida como de bajada, nos obliga a ambos a poner los pies en el suelo por momentos. No es cuestión de hacerse daño o estropear algo de la bici.






Tras cruzar el Arroyo del Águila, una fuerte subida te vuelve a poner a prueba. Yo con el desarrollo que llevo en estos puntos sufro una barbaridad pero las piernas están guerreras y yo también, así que ponemos la reductora y para arriba!!!!


Al acabar éste, enlazamos con el Sendero Cueva de Gato que lleva hasta ella y que en realidad es la boca sur del sistema espeleológico denominado sistema Hundidero-Gato, aunque habitualmente se suele conocer a todo el conjunto por el nombre de esta, su boca más famosa. Se trata del sistema más importante de Andalucía con más de 9000 m topografiados​ y uno de los mayores de España, con agua permanente, simaslagossifones y cierta peligrosidad debido a que las intensas lluvias de la zona hacen variar el cauce subterráneo con gran rapidez, unido a la temperatura de sus aguas, ha provocado la muerte a varias personas.​ Está considerada bien de interés cultural, por sus pinturas rupestres, y  monumento natural.



Dejamos este terreno a nuestras espaldas y después de pasar por mitad de unos campos, salimos a la MA-7401y por ella vamos hasta justo antes de las Indianas donde nos desviamos para coger la carretera de Los Molinos, que nos llevará pegaditos a la pared de piedra sobre la que reposa la ciudad de Ronda, pasando por el mirador La Hoya del Tajo y el del Puente nuevo de Ronda.





Impresiona mucho ver el Puente Nuevo desde aquí abajo. El el monumento más emblemático de la ciudad que fue contruido entre 1751 y 1793, siendo hasta 1839, el puente más alto del mundo conuna altura de 98m. Éste une las zonas histórica y moderna de la ciudad salvando el tajo de Ronda, una garganta excavada por el río Guadalevín.



La cuesta empedrada que hay que superar para llegar a la entrada amurallada del pueblo es muy dura, rondando porcentajes del 20% buen parte del tiempo.


Empleamos un rato en dar una vuelta por dentro, pasar el puente y echar un vistazo al desfiladero.








Mires desde donde lo mires, no deja de sorprenderte por las cosas que es increíbles que es capaz de hacer el ser humano. Lástima que hagamos tantas otras mal...




Aprovechamos la parada para buscar, fuera de las murallas de la ciudad,  que seguro que estaremos más tranquilos y nos cobrarán menos, un bar donde poder comer algo.  Y callejeando damos con uno buenísimo, muy auténtico y escondido en el que sólo hay algunos locales que nos amenizan la comida con su arte y por que no decirlo, con la turca que llevan encima jajaja

Con lo que hemos comido ya tenemos para un buen rato más y nos ponemos en marcha. Y si lo del puente y la ciudad de Ronda impresiona, cosas que se han hecho con las manos, lo que viene ahora,  a mi me fascina muchísimo más. Cruzamos por su parte norte, el Parque nacional de la Sierra de las Nieves. Se localiza en el extremo suroeste de la Cordillera Bética, enmarcándose en la porción más elevada de la Serranía de Ronda, constituyendo las montañas más elevadas de la Andalucía occidental, con los 1919 metros de altura del Pico Torrecilla.
La auténtica seña de identidad de este territorio son los bosques de pinsapos, reliquia botánica de los bosques de coníferas del Terciario, endémicos de las sierras de Málaga y Cádiz, y que cuenta en este espacio natural protegido con su mayor superficie de distribución mundial con cerca de 2000 ha.


Una zona de falsos llanos al principio con vistas muy panorámicas y como no, viento soplando acompañado de algunas nubes, por el momento algo lejanas.



Antes de coronar el collado,  una zona más protegida entra las rocas calizas y una curva de herradura que da mucho juego...







Superados los primeros compases de bajada después de coronar, nos queda salvar un repecho más de 2km por una zona que me hace pensar, salvando las distancias,  en la Marmolada de los Dolomitas italianos.











Luego ya terreno más favorable y a nuestro paso por el pueblo de El Burgo,  con casi 90km encima, ya empezamos a descontar los km para llegar al final, ya que hoy la etapa es más bien corta, aunque concentrada. Un tramo de casi 20km de carretera serpenteante y solitaria hasta llegar a Ardales.




Empezamos a perfilar el Embalse Conde de Guadalorce, que forma parte del conjunto de 6 embalses del curso medio del río Guadalorce y dos de sus mayores afluentes, el río Turón y el Guadalteba. 



Y para llegar a nuestro alojamiento, tenemos que cruzar la Presa de El Chorro, o como se conoce en la actualidad, Presa Conde de Guadalhorce, en honor aa su ingeniero constructor.




Nos hospedamos en el hotel La Posada del Conde, justo al otro lado de la presa, pero para cenar, una vez que tenemos ya todo listo y casi que empaquetado para mañana, nos vamos paseando nuevamente hacia el otro lado de la presa. Apenas 1km más allá, tenemos localizado un restaurante en el que cenaremos muy bien y prácticamente solos.
Hubiera estado bien hacer el caminito, estando ya por la zona, pero ahora toca movernos con la bici, así que lo dejamos para otra ocasión.



A dormir, descansar bien y reponer fuerzas para nuestra 6ª etapa que nos llevará hasta la ciudad de Alhama de Granada, 132km más al este de donde estamos y tras haber superado los casi 3000m+ que tenemos de por medio en poco más de 7h de pedaleo.






Arrancamos dirección al centro de visitante del Caminito del Rey Ardales, giramos a la izquierda y iniciamos un cómodo descenso por el Desfiladero de los Gaitanes hacia el Embalse Tajo de la Encantada, donde hay una vista excepcional al puente colgante del Caminito del Rey.




No hemos caminado por esas pasarelas pero la verdad que ha de ser alucinante. Es un lugar que impacta, la bajada por el desfiladero y de golpe, cuando se abre el bosque, ves aquellas dos gigantescas paredes de piedra unidas por un puentecito que parece de juguete desde la lejanía y el salto de agua casi acariciándolo...todo en su conjunto te deja perplejo.





La existencia de este sendero, que discurre por una quebrada prácticamente intransitable, tiene causas económicas: a finales del siglo XIX se construyó un sistema de presas, tuberías y centrales eléctricas para utilizar una parte del agua del río Guadalhorce para abastecer de energía a la región. A tal efecto también se construyó un canal a través de la garganta y un sendero para su mantenimiento. La construcción del camino comenzó en 1901 y terminó cinco años más tarde. En 1921, cuando el entonces rey Alfonso XIII visitó el camino, este fue bautizado con su nombre. 
Es considerado como el "camino más peligroso del mundo". Varios caminantes perdieron la vida al caer a la quebrada.

La carretera nos lleva a cruzar por la presa y cerca dela estación de tren El Chorro, paramos a desayunar, que aún no llevamos nada en el cuerpo. Una elegante terraza con unas vistas preciosas al embalse hacen de este pequeño break, un momento de relax muy agradable. 
Mientras tanto, este pajarillo aguarda el instante en que nos vayamos, para que empiece su turno de desayuno a base de suculentas migajas de pan crujiente jeje


Con los estómagos llenos nos ponemos nuevamente en marcha y a balón parado, nos toca subir por una pista que se las trae. Tramos con mucha pendiente, mucha piedra pero seguimos gozando de unas privilegiadas vistas a estos muros enormes.










Y para cuando se acaba la subida, bueno eso es un decir, cuando acabas la primera parte de la subida jaja, dejas atrás el regazo de los pinos de aquel bosque, la protección del muro de piedra y pasas una zona completamente despejada en la que la vista puede ver tan a lo lejos como le sea capaz de alcanzar. 










Llegamos a Valle de Abdajalís, donde paramos en un pequeño colmadito, lo que parece más el recibidor de una casa y compramos un poco de fruta, agua fresca y retomamos la marcha.


Ya con la mente puesta en Antequera,  andamos unos km por la carretera hasta que nos desviamos para coger un sendero que rodea el Parque Periurbano Pinar del Hacho, rodando paralelos al Arroyo de la Magdalena. Una forma muy bonita de llegar a Antequera.




Y para cuando alcanzamos la ciudad, Oscar que está goloso y yo que le consiento jajaja, pues acabamos en una cafetería en la que es imposible resistirse a una de estas palmeras...



Quizás deberíamos haber comido un bienmesabe, el dulce típico de aquí, pero bueno, las palmeras nos hicieron felices igual y nos dieron energía para andar unos km más. Y bien hecho por que ahora, salimos y levemente vamos subiendo por una carretera que nos lleva hacia el nacimiento del río de La Villa, que se encuentra a las faldas del Paraje Natural de el Torcal de Antequera, probablemente el paisaje kárstico más espectacular de Europa. 

Este es un lugar importante porque en él brota de forma natural el agua que abastece a Antequera.

Nosotros dejamos la carretera, pasados unos 7km desde que abandonamos la ciudad y tomamos una pista con continuos sube bajas, algún punto más complicado ya que parece un camino que a ratos va por mitad del campo. Pero por otro lado, nos regala esto...Las Pilas de la Alhajuela donde repostamos y rellenamos los bidones con este agua riquísima y natural





Cruzamos la A45 y por una carretera de aquellas de clásica de primavera, nos vamos abriendo camino pasando por Villanueva del Rosario y llegamos a Villanueva del Trabuco, donde paramos a comer. Hasta aquí una buena remada y en algunos puntos tensando al grupo jajaja. Aquí en plena disputa con Oscar por el mallot de la regularidad jajaja


Parecía acompañarnos una tormenta que se acercaba peligrosamente. La salida del pueblo era de  aquellas para echar el bocadillo que nos habíamos comido jaja. Algunos repechos duros previos a la subida que nos llevaría a cruzar la montaña por el paso entre el Cerro de San Jorge y el Pico Chamizo.


Ahora vamos a por el mallot de la montaña jajaja. Éste me va a costar más, la cara lo dice todo jaja, pero de momento la renta que llevo sobre Oscar me permite coger aire y dosificar jeje. Que bueno echar estos ratos en estas jornadas taaaan largas. Es añadirle salsa a un plato ya perfectamente cocinado que de por sí ya sabe rico, pero que si le añades estás pequeñas cosas, el resultado aún es incluso mejor.





Coronamos pasados los 1100m+ para luego descender por un camino en peor estado del que veníamos y con fuertes pendientes en las que te has de andar con ojo. Salimos a la carretera y seguimos perdiendo altura dirección al pueblo de Periana, punto en el que empezamos a subir de nuevo y volvemos a poner un puntito más.
Tenemos que pasar la Sierra del Cabrero hacia Zafarraya y dejamos a nuestra izquierda el pico Hoyo del Toro con sus 1352m, desde donde ya se puede ver perfectamente las montañas de Sierra Nevada.



Superamos unas duras rampas de asfalto y llegamos a la carretera general que va de Pilarejo a Ventas de Zafarraya. Por encima nuestro va el Camino de las Trincheras, que de haberlo sabido antes, hubiéramos hecho completo. No obstante, reculamos un poco y fuimos hasta pasada la Cueva del  Boquete de Zafarraya.



Y empezamos a cerrar el círculo, regresamos a la provincia de Granada, aunque estamos aún algo lejos del final de la última etapa y quedan muchas cosas interesantes por ver.


11km más de rodaje por unas largas rectas con campos de cultivo a lado y lado de la carretera  y un trasiego continuo de jornaleros. Después de tantos km solos y tranquilos, este tramo me resulta el más estresante de la etapa y eso que tampoco es para tanto. Pero claro, de no escuchar ruidos de coches ni nada motorizado en horas, a que por aquí te adelanten cada 2x3, pues como que altera un poco tu rutina.
Vamos bien acompasados, yo dándole rueda a Oscar y feliz de poder echar un cable si las piernas aún me van. De todos modos ya nos queda poco para llegar a Alhama. Entramos en las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, un parque se extiende por los municipios granadinos de Alhama de Granada, Arenas del Rey, Játar, Jayena y Otívar, y por los municipios malagueños de Alcaucín, Canillas de Aceituno, Canillas de Albaida, Cómpeta, Frigiliana, Nerja, salares y Sedella.

El paisaje es escarpado y abrupto, con numerosas crestas y profundos valles, como el cañón del río Verde. Sierra Tejeda es la parte la más elevada de este conjunto montañoso, llegando a los 2066 metros en el pico de La Maroma.


Último escollo del día, la carretera ya viene subiendo levemente pero entramos en una pista y ésta se encarama un poco más. Es entonces cuando adelantamos a un achica que anda por aquí con su mtb y Oscar empieza entonces a poner un punto, y otro más...Pareciera que le han venido las fuerzas de golpe pero claro, no puedo perder el mallot en los últimos resquicios de etapa jeje. Hay que pelearlo hasta el final, así que le dejo hacer un poco para ver cual será el ritmo y para cuando veo que ya no va a ir a más, entonces me lo juego todo a una última carta y bajo un par de piñones. Según el perfil de la etapa, ha de venir una bajada y luego, un último tramo en ascenso antes de darnos de morros ya con el pueblo.
Que bien nos lo pasamos con estos mini piques y que bueno que después de todo lo que llevamos encima, ya no sólo de hoy, sino de días anteriores, estamos con estas ganas de jugar y atacarnos bondadosamente. Y gracias company por entrar al trapo y hacer que lo pasemos tan bien!!



Al llegar, choque de manos y pequeño paseo por las callejuelas del pueblo hasta toparnos con nuestro alojamiento que no puede estar mejor ubicado. A un lado de la Iglesia del Carmen y con el río Alhama al otro. 
Damos un mini rodeo para ver los alrededores del pueblo y de paso, la salida para mañana...



Nos recomiendan un par de sitios para ir a cenar en la misma Plaza de la Constitución y después de haber completado nuestra rutina diaria e improvisado un tenderete, pues damos un paseico nocturno, llenamos nuestros buches y luego vuelta al alojamiento.


Esperemos que no se lleve la ropa el viento o se nos cague alguna paloma con el estómago revuelto jajaja.







A la mañana siguiente, y como hiciéramos en Zahara de los Atunes, separamos nuestros caminos. A Oscar creo que ya le sobran km y prefiere irse directo a Granada chino chano sin hacer las dos etapas que quedan pendientes. Una ruta hoy más tranquila y sin prisas, almorzando allí en Alhama y saliendo más tarde directo a la capital de la provincia.
Yo por el contrario no puedo dejar pasar la oportunidad de hacer una de las cosas que más ganas tenía de hacer en este viaje, que era recorrer la parte sur de la sierra. Hacer La Alpujarra pasando sus valles y barrancos, sus villas blancas en la garganta del río Poqueira (pueblos de Pampaneira, Bubión y Capileira), beber el agua del pueblo de Lanjarón, llegar a Trevelez y comer el que dicen que es el mejor jamón de España en Trevelez y como no, el colofón de esta travesía, coronar a lomos de mi CX y por camino, el Pico del Veleta que con su altitud de 3396m, es la cuarta cumbre más alta de España por detrás del Teide, su vecino Mulhacén(por que no dejan subir en bici que sino jeje) y nuestro querido Aneto.

Así pues, cada uno por su lado en estas dos últimas jornadas y  nos encontraremos nuevamente en Granada o directamente en el alojamiento del primer día para empaquetar bicicletas y regresar a casa. "Nos vemos pronto company!!! Disfruta!!!!


Hasta hoy hemos esquivado a la perfección cualquier amago de lluvia. Algunas nubes nos han perseguido pero nada, alguna gota que hasta casi se ha agradecido, pero sin tan si quiera mojarse la ropa.  Mientras desayunamos descarga un poco, una nube pasajera que ha tenido la consideración de refrescar el ambiente mientras nosotros estamos a buen recaudo en una terracita cubierta. 

Hablamos un rato con el gerente del local, un tipo dicharachero que da la casualidad que ha vivido unos cuantos años en Barcelona, concretamente en Tiana…si es que el mundo es un pañuelo.


Pues como diría uno que yo me sé, AL LIO jaja. Yo arranco antes, me despido de Oscar y ya quedamos en llamarnos mañana para si cuadra, comer juntos en Granada. 

Por lo pronto y por delante, 117km y 2850m+ que completaría en 5h45' de pedaleo.


Primeras pedaladas y me marcho sin despertar a los vecinos por la puerta de atrás de Alhama. Voy siguiendo el río Alhama evitando la carretera pasando por algunos cortijos hasta que salgo a la A4150.

inicialmente el track va hasta el pueblo de Játar y sigue por un camino. Y hasta allí llego pero cuando veo la entrada del éste, prefiero no liarme mucho pues está muy cerrado. No es un camino, es un sendero pero parece que hace tiempo que nadie pasa por ahí. Estas cosas suelen pasar y  bueno, suelo meter siempre el hocico para ver que hay más allá, pero tras revisar el maps, no lo veo claro, así que reculo y me busco un planB.






Me voy por la carretera que va a Arenas del Rey y pasa por una de las colas del Embalse de los Bermejales. Una carreterita muy chula y entretenida por la que además, al menos en este tramo, no me pasa ni un sólo coche. Paso la Sierra de Játar y la carretera ya empieza a subir paulatinamente. 


Subo al mirador de Fornes, cruzo el pueblo y sigo rodando dirección a Jayena donde hago una breve parada para quitarme algo de ropa. Con la lluvia mañanera el ambiente se ha refrescado pero ahora ya me sobra todo. 




A la salida del pueblo el paisaje tornase más seco, más árido y encima el viento me está dando en todos los morros. Viene una ascensión de más de 10km que en otras circunstancias se podría hacer bastante rápido, pero ni es muy atractiva, pues tiene unas rectas muy largas y pestosas, ni el viento ayuda. Nada lo para y para 2 curvas de herradura que hay, el resto casi se podría hacer con una venda en los ojos jaja.

Se trata del Alto del Legionario, una subida muy contenida en la que no se supera el 6% de pendiente, manteniendo, tras los dos primeros km, la misma inclinación.



Descontamos km de asfalto y ahora ya viene algo más divertido. Entro en una pista por la que puedo ir bastante rápido con una primera parte más de llaneo y falso llano. Aún vienen algunos repechos per luego, un largo descenso con el que pierdo casi 1000m de desnivel. Había coronado el Alto del Legionario a 1343m y para cuando llego al pueblo de Restábal, a la puertas del Embalse de Béznar, estoy tan solo a 520m





A diferencia de los últimos km de asfalto, aquí el camino va ganando en encanto y en vistas. Seguimos en el Parque natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. En concreto ahora cruzando el Valle del Lecrín donde tengo a un lado una basta extensión de olivos, al otro me vigila el Pico de la Giralda (punto geodésico) que es el punto más alto de este valle y al frente, ya se muestra ante mis ojos las imponentes montañas del Parque Nacional de Sierra Nevada. Vamooooooooooosssss!!!







Mini parada para comprar un par de plátanos, unos tomates, agua fresca y una cocacola. La idea inicial era quedarme en Pampaneira, pero como voy bien de tiempo, como esto rápido y le daré un poco más a ver si llego a Trevélez.

Aquí aún se puede ir en burro por la carretera, no sé cada cuanto pasará un coche pero yo hoy, de momento los puedo contar con los dedos de una mano.




Bajo a la altura de la presa y cruzo al otro lado. Madre mía como impresiona!!!





Encaro la carretera que me llevará a Lanjarón siguiendo la Ruta del Vino. Este pueblo me da la bienvenida dejando atrás el Valle de Lecrín y abriéndome la puerta a La Alpujarra, región histórica de Andalucía que se encuentra dividida entre la provincia de Granada y la de Almería, y que comprende las faldas de la ladera sur de Sierra Nevada, y las sierras de Lújar, La Contraviesa y Gádor.




Imposible pasar por aquí y no parar a beber en alguna de las fuentes del pueblo. Yo lo hago en la primerísima que te encuentras, la del Parque El Salado.



Luego paso el pueblo y veo que mañana hay una marcha, así que ya veremos si no me la encuentro al salir de Trevélez. De Lanjarón a Órgiva la carretera tiende a bajar. Algún repecho pero es más bien rápida. Muchas curvas, eso la hace muy entretenida por que a ratos no te deja ver más allá, aunque con tantas entradas y salidas hacia los barrancos, puedes jugar a  intuir lo que vendrá a lo lejos.


Justo en la entrada de Órgiva está el desvío la bifurcación que separa la carretera de la Ruta del Vino y la que me llevará hasta Trevélez. Sabía que subía, que iría haciendo tramos, pero carai que carretera!!! 35km en los que acumulas 1200m+ y sólo bajas 200.


Sinuosa, con cientos de curvas, algunas de herradura, tramos con más pendiente, tramos más rápidos…una serpiente que se encarama a la falda de la sierra sorteando cada irregularidad del terreno, entrando y saliendo de cada barranco, una bocanada de aire fresco por una zona en la que se respira paz al tiempo que el corazón, algo agitado por el esfuerzo, acompasa sus latidos al ritmo sosegado que marca el va y ven de las hojas de los árboles, levemente sacudidas por una brisa fresca y algo difuminadas en la lejanía por unas nubes bajas que es pero no traigan más que eso, su presencia.





Pues la idea era quedarme aquí a dormir por que leí que hay una pista que enlaza desde aquí con otra que viene de Trevélez. De hecho, parece ser que esta es la subida “común” al Veleta-Mulhacén primero por carrertera tras llegar a Capileira y luego pista, pero como no me quería quedar con las ganas de pasar por Trevélez y dado que aún tenía tiempo, pues hago un 2x1. Me paro a comer un bocadillo buenísimo de jamón en Pampaneira y luego sigo dando pedales hasta Treveléz donde he conseguido un alojamiento. 


Un rato tranquilo, comiéndome un bocadillo que me sabe a gloria. Hoy la verdad que le he metido muy poca comida al cuerpo y ya me suele pasar que con el paso de los días, en viajes como este en el que no he flaqueado ni un solo día, pues pierdo peso y me vuelvo más eficiente. Los km van cayendo y yo entretenido con hacer fotos, los paisajes, los detalles…pues me pasan las horas y no me doy cuenta.




Prosigo y dejo Pampaneira a mis espaldas mientras subo una cuesta que ofrece una buena postal del pueblo, ubicado en este enclave privilegiado.






Justo antes de voltear este barranco, llegas al Mirador de Poqueira y allí también está el desvío para llegar a los pueblos de Bubión y Capileira. Pero yo sigo la carretera, que mi a destino se llega por aquí.


Aún me quedan 20km pero el bocadillo de jamón me ha dado alas jaja. Ahora ya pongo la directa y no paro hasta llegar al pueblo de los 3 barrios, el Alto, el Medio y al Bajo. Cuentan que eran tres hermanos que cuando su padre murió les dejó en herencia sus tierras:

A su hijo mayor las tierras más altas (barrio alto).

A otro le dejó las tierras del medio (barrio medio).

Al pequeño le dejó las tierras bajas (barrio bajo).

Todos eran felices en las tierras del medio, pero un día se pelearon y cada uno se fue a sus tierras. Por la noche cuentan que a lo lejos se veían las luces de los cortijos de cada uno de los hermanos con velas, de ahí su nombre.


Pero lo que más nos suena por lo que es tan conocido, es por sus exquisitos jamones de altura. Según dicen, Trevélez es considerada una de las mejores regiones de España por la calidad excepcional de sus jamones y yo, aunque no soy un crítico ni experto del tema, me daré mi homenaje para ver si es justa esa fama jajaja



Pues no sé si serán buenos, pero que están por todas partes, es bien cierto jaja. Dejo la bici en el alojamiento, me doy una ducha, preparo todo ya para la última jornada de esta TransAndalus Freestyle y me voy primero al río a poner las piernas a remojo. Mañana quiero estar en plenas condiciones ya que me espera el ascenso al coloso Veleta. 






Me da que uno  de estos se vendrá conmigo a casa . Ahora no, pero ya me lo mandarán jeje


Luego me doy un paseo por el pueblo para hacer tiempo y hambre. Esta noche pienso tirar la casa por la ventana jajaja. El chico del restaurante se quedó alucinado, decía que nunca había visto a nadie cenar lo que yo cené jaja. La verdad es que no fue para tanto, pero lo que tampoco sabía él, es que hoy había hecho la etapa que había hecho con 2 bocadillitos, 2 plátanos y 2 tomates jejeje. Ah, y que al día siguiente volverían a caer otros tantos km como hoy.






Aquí un pequeño entrante jejeje


Super a gusto y emocionado deseando que pase la noche rápido para arrancar mañana a pedalear. En cada viaje hay lugares en los que me imagino llegando con mi bici. Cuando fui al Himalaya me imaginaba coronando el Khardung La. En la Patagonia soñaba con llegar al glaciar Perito Moreno con mi bici y el Bob Yak. En Australia en mitad de la Nullarbour Plain. En Bolivia perdido en el Salar de Uyuni. En Perú encumbrando el Macchu Picchu…todos tienen algún rincón especial y en este caso, aunque todo lo visto ha sido un regalo, tenía muchas expectativas en coronar el Pico Veleta subiendo por pista y tener una foto de recuerdo arriba.


He venido algunos años con la bici de carretera y nunca lo pude coronar por que al ir en el puente de la purísima, pues los últimos km estaban nevados. 

Caminando si lo he logrado y menudo ataque con mi amigo Carlos de Amos desde Güejar Sierra. Una subida integral en la que acumulas del tirón y sin tregua, 2500m+. Además con la nevada que cayó!!


Total, ilusión máxima por que mañana vaya todo bien y pueda disfrutar de un gran día!!!!






Pues último día, última etapa y un montón de ganas de exprimir estas horas por Sierra Nevada al máximo. Me separan 48km hasta la cumbre del Veleta, prácticamente todos en ascenso. Y menos los, no sé, 1-2 primeros que son de asfalto y concreto para alejarme del pueblo, el resto todo pista más la parte final para entrar al camino que da al pico, que lo haré por un sedero espectacular.







Ya piso tierra, ya siento que estoy de lleno en la sierra. Tras los primeros 6km sin dejar de subir, luego viene la única parte medio favorable de esta subida, que son otros 6km aproximadamente. Tan solo hay un tramo en el que ahora mismo, por culpa de un derrumbe, pues hay que bajarse de la bici, pasar con cuidado y empujar!!





A mi paso por el Tajo Cortés, hago un kit kat parar para tomar unas fotos. Yo voy con la bici y hoy no toca, pero éste es una de las dos partes del Barranco Bermejo, una garganta excavada en la piedra que permite un descenso técnico y deportivo. La parte mas encajonada, técnica, corta y estética se conoce como Tajo Cortes y si desde la superficie ya impresiona, imagino lo que puede ser descenderlo entre sus paredes de piedra.








Unos km más adelante, enlazo con el camino que viene de Capileira. Hasta un km más arriba sigue asfaltado, no en perfecto estado pero como me alegro de haber llegado ayer a Trevélez y haber subido por donde yo lo he hecho.

5km más de subida y llego a estacionamiento de la Hoya de Portillo, último punto hasta donde la gente puede subir con sus coches. Allí hay una barrera y sólo los vehículos autorizados pueden pasar. Hasta llegar aquí, una bonita zona arbolada con una consecución de 9 curvas de herradura en las que la mitad, ofrecen bonitas vistas a la espalda del Veleta.

A partir de ese punto ya has superado la barrera de los 2000m y lo normal es que me costara más subir. Pero no es la primera vez que ando en bici por estas alturas y sea como sea, pero me siento mejor. Me cuesta menos respirar y las piernas me van solas. De hecho hoy tengo la sensación de estar haciendo una buena subida con un ritmo constante que por el momento, no ha desfallecido ni un segundo y parece que voy a más. Entre eso, y el estado de euforia de sentirme tan privilegiado por estar aquí y ahora…esto no se paga con dinero.













Ya tenemos delante el Mulhacen, esa mole de la derecha y a la izquierda, ese pico que parece como una ola, el Veleta.




Y es entonces, un trozo de camino más adelante, que llegas al final de éste y encuentras una bifurcación de senderos. A la derecha el que sube al Mulhacen, que sólo se puede hacer andando (en bici está prohibido) y a la izquierda, el que yo tomaré hacia el Veleta que, en la primera parte es aún algo anchito pero tiene mucha piedra y luego, se vuelve más estrecho pero algo más limpio en algunas partes.






WOW!!!! que bonito es esto, que maravilla poder subir por aquí con la bici y que feliz que soy carajo!!!








Tan cerca y tan lejos aún!! No lo parece pero aún falta un buen trozo. Pero como a cada paso todo mejora, tampoco quieres que acabe.



La Laguna de la Caldera, punto que me indica que hace poco, hemos sobrepasado las barrera de los 3000m+. Ya me quedan menos de 400m por subir, así que esto ya es pan comido.




Ya superando el Collado del Lobo y divisando al fondo los últimos culebreos del camino por esta vertiente de la montaña antes de asaltar la cara norte por el Refugio de Carihuela.

Y cuando eso ocurre, enlazas ya con el camino principal que viene de la Hoya de la Mora quedándote los últimos 2km y 200m+. Además el panorama cambia, de venir sólo durante tantos km, de repente, ver bastante gente caminando y otra tanta en bici. Algunos con bici de carretera que, viéndolo ahora desde cerca, subir aquí con ellas es no quererlas mucho jeje. Las pocas clapas de pavimento que quedan están destrozadas con surcos, piedras y subir, dentro de lo malo, pues tira que te va, pero bajar…

Nada yo si puedo aprieto el culo hasta arriba y a todo el que pueda, le adelanto jeje. Menuda tontería, ya lo sé pero alguno hay como yo que cuando me ven pasar, aprietan y no me quieren soltar jeje. 

Nada tú, último esfuerzo y a darlo todo hasta arriba que luego será casi todo bajada!!!!





Y RETO CONSEGUIDO!!!! VÉRTICE GEODÉSICO DEL PICO VELETA 3396m

Impresionante, vaya mañana, vaya subida y que alegría haber podido, en esta 8ª etapa, haber coronado este mítico puerto.

Me siento un rato a respirar, a contemplar, a recordar los momentos vividos aquí hace ya unos años y a dar las gracias por muchas cosas. También a contarle a mi hermano KIM hasta donde hemos llegado juntos, ya le dije que le llevaría a cuestas a muchas partes y después de recorrer buena parte de Andalucía (queda mucho por ver aún), hoy le he traído a su punto más alto. Hoy si cabe me siento más conectado y cerca de ti.




Espectacular como te has comportado campeona!!! Por ésta y por otras muchas más aventuras juntos!!




Ahora queda descender, pasar por la Virgen de las Nieves y tomar la carretera principal. Llamo a Oscar pero no me contesta. Lo pruebo alguna vez más y nada. Pues a lo mío. Al pasar por el secadero de jamones de las Viboras paro, llamo de nuevo para ver si comemos juntos o no. Me contesta pero el ya tiene su plan montado y ya está comiendo así que no me preocupo más y entro a este restaurante en el que tantos almuerzos hicimos Carlos, Gloria y yo.

Como algo más o menos rápido, me abrigo y para abajo. 


Dejo la carretera a la altura de Pinos Genil, donde sigo el curso del río que lleva el mismo nombre y que me lleva hasta la ciudad de Granada. Vuelvo a llamar a Oscar para ir juntos rodando hasta el aeropuerto pero hoy tengo la sensación de que me está evitando jeje. Así que nada, voy siguiendo el track que me hice que va por carriles bici y caminos hasta llegar otra vez a Granada.







A poco más de 2600 metros de altitud, en el mismo corazón de Sierra Nevada, y muy cerca del Observatorio del Mohón del Trigo, se encuentra el monumento dedicado a la Virgen de las Nieves. 




Sigo el camino a orillas del Genil, cruzo la ciudad y a la salida, continuo con el río a mi lado hasta desviarme para pasar por el Purchil camino al barrio de Santa Fe. Todo un acierto haber salido por aquí llegando a Chauchina, al alojamiento del primer día y donde nos guardaban las cajas de la bici, casi todo por carriles bici y carreteritas secundarias. Al final, desde que empecé a bajar de las alturas, 66km para llegar hasta aquí.





Nos encontramos de nuevo Oscar y yo. Nos contamos como han ido estos dos días, lo que ha visto cada uno y luego empezamos a hacer faena. Al final hemos cuadrado los días de lujo y ahora tenemos tiempo para desmontar la bici, empaquetar todo con calma, comer algo e ir al aeropuerto para regresar a casa.


De hecho falta la segunda parte de la etapa jaja. En mi caso será llegar al aeropuerto de El Prat, volver a desempaquetar y montar la bici, salir de allí con el Aerobus, y desde Plaza Universidad, dar pedales hasta casa. La gente por la ciudad de fiesta y yo con la bici y las alforjas a las tantas jaja. Otras veces he salido desde el mismo aeropuerto , pero a estas horas jeje.


Entre pitos y flautas, 5h45’ sumando 115km por la mañana con 2320m+ y para llegar a casa 15km más de regalo jaja.



Super contento con esta nueva aventura en la que cada uno a su manera, ha disfrutado muchísimo. Una más con mi compi Oscar a quien le agradezco la compañía y los ratos vividos. Muchas horas de charlas hablando un poco de todo, conociendo cosas y gentes, llegando a lugares increíbles, disputándonos los mallots jeje y en definitiva, compartiendo una experiencia genial. Creo que cada uno ha sabido encontrar su espacio a lo largo de cada etapa y ha sabido saborear tanto los momentos en los que hemos ido en paralelo, como los que cada uno ha seguido a solas el camino. Por todo ello gracias figura!!!


Y casi sin tiempo para parar, próxima semana a pasar unos días con la family a nuestra vuelta, cambio de pareja de baile, de aires, de bici y de filosofía de viaje. Nos espera una semana trepidante por los Alpes Marítimos a Jordi y a mi. Le comenté a Oscar si le apetecía venirse ya que estos días serían mas de su estilo. Etapa por la mañana alargando un poco por la tarde pero visitando pueblos y con menos horas de bici…en principio jajaja. Pero necesitaba más días de recovery.


Con ganas ya de dar pedales por allí con la flaca y ver que descubriremos por una zona que es una mina y que tiene unas carreteritas de escándalo…


Nos vemos pues en unos días!!! Seguimooossss!!


Y SI QUIERES VER EL VÍDEO DE ESTE VIAJE, HAZ CLICK EN EL SIGUIENTE ENLACE:


VÍDEO TRANSANDALUS, el embrujo de Andalucía a lomos de una bicicleta



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