Para compensar, el miércoles me levanté más pronto de lo normal y a las 7am ya estaba montado en la bici de camino al trabajo que no es un camino muy agradable ya que cruzo Barcelona de punta a punta por la Diagonal pero son casi 20km que despejan de buena mañana y oye, todo suma.
Al salir de la oficina vuelta a casa en bici pero esta vez alargando la jornada por El Papiol, Rubí, San Cugat y Cerdanyola...en esta última parte me quedé dando vueltas para rematar con unas series y al acabar vuelta a casa por la n-150.
El jueves estaba animado y otro madrugón de los buenos para volver al trabajo en bici. Como el día anterior tuve que dejar allí la mochila para no salir con ella a entrenar, pues me fui con la bici ratera y las alforjas puestas para traerme la mochila del jueves y la del miércoles.
Salgo de allí entre huertos y pozos y cañaverales...
Esta bici va de maravilla, voy genial con ella a pesar de llevar el portabultos y dos alforjas algo cargadas. Las piernas tienen fuerza así que me voy apretando tratando de pensar que no llevo una bici tan pesada.
Pero esta pista se convierte en una carretera que guarda tramos al 14% que me hacen volver a pensar que voy algo lastrado jaja.
Ya que estoy subo al Tibidabo para acabar de ver una puesta de Sol ya algo camuflada por unas nubes que empiezan a moverse algo rápido. El temporal de viento que azotó la ciudad por la noche se empezaba a dejar sentir allí arriba.
El regreso ya de noche acabando de crestear hasta Torre Baró y entrando a BCN por la Meridiana muy contento y con buenas sensaciones.
Hoy viernes apenas una hora de paseo con la bici probando algunos cambios que he hecho en la misma pero ya pensando en hacer 2-3h mañana para llegar el domingo rodado a la carrera de Torroella.
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