Quedo con mi hermano y rápido me doy cuenta de que el horno no está para bollos. Llegamos a pies del Coll de Parpers y mi hermano pone el ritmo que le toca y yo casi subo haciendo la cucaracha jajaja. Visto lo visto, al llegar arriba, me abrigo, media vuelta y yo marcho para casa antes de que me tenga que llevar él jaja.Llego a casa y efectivamente, 38.3 de fiebre así que, a la cama y a sudar pero sin dar pedales.
Miércoles out, sigo con fiebre y después de currar, mejor nos damos descanso.
El jueves vuelta al ruedo. Mi hermano me llama y me dice lo que le toca. yo que estoy medio medio, pero con ganas ya de pedalear, le digo que cuando salga de casa le aviso y hasta donde llegue. Una ida y vuelta a Calella con 50' alegres de por medio jaja. A pesar de uno estar al 100%, las ganas hacen que le siga la rueda al tete y le pueda dar algunos relevos. Al final buen entreno y parece que me ha ido hasta bien sufrir un rato.
Viernes, madrugón y en bici al trabajo como todos los viernes de lo que llevamos de año. Una manera de poner un granito de arena en cuanto a reducir emisiones de CO2, una alegría para el cuerpo, la mejor manera de empezar el día y encarar el fin de semana.
Al final le voy a coger el gustillo a esto de tener que cruzar tooooda la ciudad para llegar a la feina jaja. Pero que bien que sienta luego salir a las 15h, con luz y xino-xano para casas.
Total, 165km de receta para tratar de dejar atrás la fiebre y los mareos.
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