martes, 13 de septiembre de 2016

DANDO PEDALES POR HUESCA, CATALUÑA Y FRANCIA EN UNA ETAPA...257KM Y 5588M+


De nuevo es viernes, otra semana que pasa volando y sin darnos cuenta, ya estamos montados en el coche camino de Labuerda. 
En mente, una salida con muy buena pinta para el sábado y de aquellas que quedan grabadas en la memoria. Ciclar por la parte oriental del Pirineo Aragonés camino a Cataluña y coronando los puertos de Forada, Serrate, y Bonansa. Una vez en tierras catalanas, adentrándonos por la Vall d'Aran subiendo hacia el Túnel de Vielha y descendiendo hasta llegar al pueblo de Bossost, donde inicia la subida al Puerto del Portillón y por donde nos colaríamos al país vecino. 
Una vez en Francia, cruzar el pueblo de Bagnères de Luchon y encadenar 3 puertos como son el Col du Peyresoure, Col du Val Louron y finalmente la dura subida al Túnel de Bielsa por el cual regresaríamos de nuevo a Huesca para cerrar el bucle.
Dicho así parece un momento, pero vayamos por partes que hay mucho que ver en la ruta y muchos km y altimetría que sumar.



Un enrojecido Sol cayendo nos acompaña un rato del viaje. Un día más que se esfuma pero que bonito poder despedirlo así...







Después de una deliciosa cena el viernes en el Turmo, cargamos pilas para la jornada del sábado. Tratamos de descansar todo lo que podamos pero hace calor y cuesta conciliar el sueño así, como se suele decir, nos has cerrado los ojos, que ya estaba cantando el despertador jaja.


Yo me levanto cansado pero ilusionado con el nuevo reto. Carlos por la contra, bastante más desanimado y sin ganas de forzar la máquina así que, tras haber desayunado, decide quedarse en casa. Ya nos conocemos de sobras así que bueno, a pesar de que me hubiera gustado compartir ruta y día don él, se que no le haré cambiar de opinión y tampoco lo intento demasiado. Yo soy de aquellos que si ya me he propuesto hacer algo, raro es que no lo intente, así que, haré la ruta solo. 

Agarro la bici y rozando las 8 de la mañana, parto desde Labuerda hacia Aínsa, dejando la Peña montañesa a mi lado y un Sol que ya quiere alzarse por encima de la loma y la bruma matutina.




A estas horas no hay movimiento por la carretera y marcho tranquilamente. No quiero empezar demasiado rápido pero no me pienso dormir. Si las piernas dan y llego con tiempo, aún miraré de hacer alguna cosa más.



Cruzo el Cinca, en esta época del año con poco caudal pero aún y así, se ve muy bonito.


Sigo el Eje Pirenaico y empiezan las subidas. Subiendo este repecho puedes voltear la mirada y ver la preciosa estampa de  la Villa de Aínsa. 



Voy muy relajado, aún no he visto ni un solo coche y no se oye nada. Voy calentando motores aunque con la niebla que me engulle, me cuesta coger temperatura.





Voy pasando algunos de los hermosos pueblitos de la zona. Algunos más escondidos, otros encaramados en los montículos, sea como sea, todos guardan su encanto particular.



La densa niebla le da un toque mágico el paisaje mientras el Sol hace lo que puede por penetrarla. Aún pasará un buen rato hasta que empiece a calentar. Pero bueno, ya me gusta que así sea, ya habrá tiempo de pasar calor.


Dejo el pueblo de Arro  con su aspecto fantasmagórico a mi derecha y enseguida paso el primero de los numerosos túneles que deberé cruzar durante el día.

Poco a poco voy subiendo metros y me voy acercando a la primera tachuela de la jornada. No obstante, aún toca enfrentarse a unos cuantos de aquellos repechos que hacen daño. 




Pero no hay mal que por bien no venga y a base de subir, dejamos atrás la niebla, un poco el frío y ya nos topamos con un Sol radiente.




Y para cuando ya tienes las piernas calentitas, entonces si, último tramo más largo para coronar el primer puerto de la etapa, La Foradada con sus 1020m.





La bajada se hace rapidísima por una pendiente del 10% en el que alcanzas velocidades sobre los 90km/h.



Me dirijo a Campo, municipio de la Ribagorza ubicado a orillas de los ríos Ésera y Rialbo. El pueblo abre una llanada hacia la Valle de Bardají coronado por el Turbón (2492m).



El cielo sigue algo encapotado mientras afronto la ascensión al segundo puerto del día, el de Serrate. 

Me encuentro en la zona de la conocida marcha cicloturista de Puertos de la Ribagorza y aunque el entorno es similar, ya las carreteras empiezan a cambiar.



Cualquier subida por aquí se agarra y como voy algo lastrado y a sabiendas de que me queda mucho. No quiero pasarme de rosca en estos primeros km y que los últimos se me atraganten. Además, traigo las piernas algo cargadas de todos estos días y hay que cuidarlas.


Por equivocación, dejo la carretera general, y me dirijo al mismo pueblo de Serrate y dirección a Las Vilas del Turbón en éste al frente y deshaciéndose de unas molestas nubes que le ocultan un poco el rostro por su vertiente sur.


Ni GPS ni leches, una mujer mayor que anda por allí me dice que he de tomar de nuevo la carretera por la que venía hasta un cruce en el que deberé seguir hacia el norte.

Ahora paso una de las zonas más bonitas de la ruta. Discurro por el Congosto de Obarra, un estrecho desfiladero mojado a sus pies por el río Isabena. Además cuenta con Santa María de Obarra, un monasterio  románico entachonado en el inicio del congosto, al pie del extremo occidental de la Sierra de Sis.
Oculto entre la arboleda se encuentra el Monstario. Pero dejaremos la visita cultural para otro día..







Y pasado este espectacular tramo de la carretera A-1605, empieza el Puerto de Bonansa con sus 8km de distancia y llegando a los 1380m.

Esta subida me gusto mucho. Los porcentajes son sostenidos y casi siempre sobre el 7-8%. En la parte final ya hay alguna zona de curvas pero casi siempre con leves cambios de dirección.



Último km de la subida...


No se puede estar más contento pedaleando por sitios así!!!

Tan solo un par de moteros me adelantan aquí. Llevo ya unos cuantos km en la más absolta soledad solo escuchando el ruido del agua al correr entre este bosque, los pajarillos cantando y el murmuro de un viento que cada vez empieza a ponerse más pesado.

En la parte final, se alzan estos pinos a lado y lado de la carretera y tras la próxima recta, el monte se destapa y se corona el puerto.






Aprovecho para da el primer bocadito del día, ya llevo 3 puertos y unos 70km. Nada, un mordisquito y sigo la marcha. Ahora toca bajar el puerto, pasar por el pueblo que lleva su mismo nombre y me voy a coger la N-230 dirección Vielha.


Este tramo no lo parece pero fue de los que más tocado me dejaron. Una pendiente constante por un carretera de más de 20km y lo peor, un viento cansino que no soplaba con mucha fuerza, pero su que iba haciendo mella en las piernas.


Paso pueblos y sobretodo túneles, unos cuentos..



Imponente la presa del Embalse de Baserca, partido justo por la mitad por la línea fronteriza entre Aragón y Cataluña.



Ahora ya hace calor y con unas aguas tan cristalinas, casi apetece más darse un baño que seguir pedaleando cuesta arriba jaja




Ya estoy casi a pie de túnel y con la incertidumbre de no saber si me pondrán alguna pega para cruzar al otro lado. El de Bielsa es un hecho que está prohibidísimo, pero de este no tengo ni idea.
Por si las moscas, a falta de 1km, me paro, pongo la bolsita dentro de otra que llevo tipo reflectante, coloco dos pequeñas luces que llevo para la ocasión y sin pensármelo, tiro sin parar.
No hay  ni policias, ni mossos, ni guardia civil ni señales que prohiban el paso de bicicletas así que mejor ni me paro a preguntar y tiro millas.






Luego me cuentan unos chicos, que si avisas, hasta cierran un carril para ti e inclusve, si no se puede cerrar el carril, advierten de tu presencia por los carteles luminosos y reducen la velocidad de 80 a 50km/h...una buena idea y que aplaudo aunque a mi hoy no me haya hecho falta. Además, la iluminación es perfecta y el asfalto está muy bien, mucho mejor que el estado del túnel de Bielsa que justo este año cumple su 40 aniversario.

Al otro lado, y tras un descenso rapidísimo, me encuentro con el pueblo de Vielha, donde hago la primera para formal del día. Me he hecho esta mañana 3 mini sandwiches de pan de linaza, membrillo casero, queso fresco de cabra y también jamón serrano. No es cuestión de cargar con ellos todo el día no? jaja


El bosque empieza a notar el inminente acercamiento de la estación otoñal y algunos de sus árboles ya están cambiando los colores de sus follajes.


Ahora mismo estoy, en el que para mi, es el ecuador psicológico de la etapa. El momento en el que empezaré a subir el Puerto del Portillón y me adentraré en territorio francés. No es bien bien así, pero tengo la sensación de como si emprendiera el regreso y eso, moralmente ayuda.


No me doy cuenta y pensado en mis cosas, me paso de largo llegando al pueblo de Les.

Pero enseguida me percato y doy la vuelta, subo de nuevo hacia Bossòst y entonces ya inicio el puerto.





En las curvas que te vas encontrando, han colocado unos pequeños homenajes a algunos de los grandes ciclistas como Indurain, Bahamontes, Ocaña, Contador....



Es un subida bonita, tranquila y con muy bien asfalto. La pendiente se mantiene casi todo el tiempo alrededor del 7-8% lo que lo hace un puerto ya exigente con sus 8.2km de distancia.


Algunas curvas de herradura te permiten coger un respiro 

Y llegando al final, tant por una vertiente como por la otra, en los últimos metros, las rampas se acentúan un poco.  Pero si ellos suben...nosotros también no? jaja


Uno más o uno menos, depende como se mire a estas alturas de la ruta.

Ahora ya de lleno en territorio francés y por delante, otros puertos que me harán sudar la gota gorda. Pero voy con muchísimas ganas y a pesar del dolor de piernas, me lo estoy pasando genial. Esto no tiene precio y soy consciente de ello.


Empiezo a bajar encadenando una serie de paellas al inicio y luego unas rectas que al subir por este lado, sirven para coger aire. 

Llego a Bagnères de Luchon, comuna francesa situada en la provincia de Alto Garona. Me paseo por sus calles y sigo las indicaciones hacia la 6ª ascensión del día, el Col du Peyresoure.





En total, unos 15km de subida con tramos exigente al 10-11% y otros más llevaderos. El problema hoy es lo que llevo acumulado que me lo hace un poco más duro de lo que es en realidad. De todos modos me encanta subirlo y recordar mientras lo hago, momentos vividos aquí como por ejemplo, aquella Luchón-Baina que hice, casi nada, 321km y 6000m+ con los compañeros Armand, Miguel Ángel y Joel. O otras excursiones con Miguel Ángel en las que también hicimos nuestros pinitos por aquí.

El calor está apretando de lo lindo y voy seco así que he de hacer una parada en el pueblo de Saint Aventin para repostar y refrescarme un poco.


Con la gorra empapada digo yo que aguantaremos un poco mejor jaja

Pero no soy el único que tiene sed y necesita un respiro. Menos mal que en los puertos franceses, contemplan también estas cosas jajaja. Venga bebe lo que haga falta jaja.

Me queda la parte más descubierta del puerto, los últimos km en los que ves perfectamente donde finaliza el puerto y esas míticas curvas de herradura donde hemos visto muchas veces por la tele, como los grandes se atacaban. Como en ese Tour del 2007, en la etapa 15 en la que contador llega a atacar 4 veces a Rasmussen cuando corría con el Discovery Channel.


Yo creo que lo haría bien de aguador jajaja...levando bidones para arriba en la chepa. 



Y por fin, corono el puerto tras haber adelantado a algunos ciclistas en esta última parte. Una motivación extra jaja.




Me queda un mini sandwich y creo que es momento de liquidarlo y liberar peso de la mochila. Hago un breve pitstop y disfrutando de un Sol que aún calienta, como y me tomo una cocacola que me sabe a Gloria. Cara, que manera de disfrutar!!!


Charlo con un ciclista que anda también por la zona, y tras un inicio de descenso relajado, me tiro a muerte para a abajo en busca del siguiente obstáculo orográfico, el Col du Val Louron.
Pro antes otro pequeño despiste que me lleva a cruzar el pueblo de Loudervielle y alguna de sus rampotas. Tenía que tomar el desvío hacia Loudenvielle pero las prisas y la similitud ortográfica de los nombres...

Pero al final, reculo y tomo la vía buena perfilando el Lago de Génos-Loudenvielle. Lo volteo dejándolo primero sobre mi derecha y luego sobre mi izquierda para llegar al pueblo de Génos, donde empieza la dura ascensión. 

Antes, una foto al Castillo que copa este pueblecito. De fin de siglo XIII, este castillo medieval se conserva en muy bien estado y es un atractivo más de la zona.

Sigo dando pedales cruzando el pueblo...


Empieza lo bueno, primer km al 8%, los 2 siguientes al 10%...suma y sigue!!!

Cojo mi ritmo, sin prisa pero sin pausa, se trata de llegar más que llegar pronto así que no me estrello. Hoy es un día para disfrutar y lo estoy haciendo. Dentro de lo malo, ir solo tiene sus ventajas, tú te marcas el ritmo, paras cuando quieres, aceleras si te apetece, haces fotos, escuchas música o no, te entretienes con cosas que a otro igual ni le van ni le vienen....

El lago ya queda lejos!!!

Pero no subo solo del todo. No me pasa ni un solo coche, pero gente con parapente....unos cuentos!! Menuda paz!!



Último km, sólo quedan debajo las pistas de esquí...


Venga que esto ya lo tenemos casi hecho!!! 7ª ascensión conseguida!!!

El cielo en esta parte parece estar algo más tapado y empiezo a descartar la idea de ese postre sorpresa que era subir a las pistas de Esquí de Piau Engaly...será mejor dejarlas para mañana.
No me recreo demasiado y bajo hacia el pueblo de Azet con unas bonitas vistas al conocido puerto del Pla d'Adet, y sus pistas de esquí.






Después de una bajada tranquila, llego a Sainy Lary Soulan, punto de partida de la que será la última ascensión del día, la del Túnel de Bielsa.


Voy por el valle siguiendo el curso del Neste Aragnouet. Un primer tramo que sube levemente y se hace relativamente cómodo pero que de vez en cuando, como a la salida del pueblo de Fabian, se pone muy duro con tramos al 11%.


Luego la carretera hace un cambio brusco de dirección y empieza a encaramarse a la montaña encadenando algunas curvas de herradura sin bajar prácticamente del 10%.

Ni el asfalto que aún huele a nuevo, ni el buen rodar de la bicicleta alivian el dolor de piernas. Se me hace duro de verdad, la carga de km, m+ no es que sea una barbaridad comparado con otras rutas que he hecho pero entre el viento y la cercanía de los últimos puertos entre sí, supongo que pasan factura.

Todo y con eso, sigo disfrutando, esto es lo que nos gusta y este "sufrimiento" es la gasolina para seguir pedaleando. Los retos exigentes se saborean aún más jaja







Paso las últimas galerías, las que indican que lo duro ya se ha acabado y entonces, ya se abre el paisaje y se divisa el túnel al final.


Llegar por una carretera así es para enamorarse de este deporte, viendo esta foto, se te van los dolores de piernas, brazos, el cansancio...sólo me vienen ganas de volver a montarme en la bici y arrancar de nuevo a pedalear en busca de más rincones mágicos!!! Ojalá las piernas, las fuerzas y está pasión nunca me abandonen y pueda seguir conociendo, viajando y disfrutando del mundo en bicicleta.

Al llegar arriba me toca esperar a Carlos que vendrá en coche para cruzarme al otro lado del túnel y de la frontera.

Me abrigo un poco, me siento y dejo pasar los minutos mientras miro al cielo y las montañas.



Llega Carlos, montamos la bici  en el coche y me lleva hasta el otro lado. Además me trae un tomate y un melocotón que me dan alas para afrontar los últimos 40km de la etapa. Gracias company!!!

Ahora un descenso vertiginoso en el que me lanzo a tumba abierta por las largas rectas al 10-11% llegando a los 112.7km/h. Menuda sensación poder ir tan rápido con estas bicis de semejantes ruedas ridículas jaja.


Luego toca remar y mucho pero voy con muchas ganas y quemo los cartuchos que me quedan!! Además el director del equipo va con el megáfono pegando voces y toca tirar del carro jaja.




Y si vienen repechos, pues a levantarse y a apretar los dientes jaja



Al final llego a Labuerda habiendo dejado atrás los pueblos de Bielsa, Salinas de Bielsa, Afortunada y Escalona. He remado todo lo que he podido y al final, consigo llegar al punto de partida de la ruta.


La sensación es buenísima, reto conseguido y lo he disfrutado mucho. Al final, los números han sido majos...




Ya por la noche, a cenar con Carlos al Turmo, a reponer fuerzas para el domingo y a contarnos las batallas que cada uno hemos vivido en la jornada de hoy. Una clarita, una Rondadora y un arrocito son una buena recompensa para recuperar lo que hemos quemado hoy.





Veremos que nos depara el domingo pero seguro, que algo entretenido haremos jaja.


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