Y con la mejor compañía 😀. No es que tuviera nada bueno lo que me pasó, pero a parte positiva fue que pude pasar más tiempo con mi familia. En casa con Gloria y Ayari, que aunque estuve muchos meses que i me veía capaz de poder coger en brazos a la peque, pues me daba calma estar con ellas. Y con mi padre que íbamos juntos a rehabilitación y esos ratos dieron para muuuuuuchas charlas.
Luego en diciembre ellas se fueron a México con el resto de la familia de allí, que ya estaba todos los vuelos comprados antes del accidente, pero yo me quedé aquí. Por suerte Ayari me dejó a su "pulpi" para que me acompañara cada día y me acordara de ella 😍.
Me esforcé mucho en avanzar y en la clínica de rehabilitación a veces me tenían que echar el freno. Pero no soy de conformarme, incluso con algo así, me negaba a seguir el "tiempo al tiempo y no quieras correr". No es que quisiera correr, pero soy competitivo hasta para esto 😅 y era como cuando iba a la uni y le pedía al profe más ejercicios para practicar y mejorar. No me conformaba con la sesión de rehabilitación, les pedía ejercicios para hacer en casa. David, mi amigo osteópata lo tenía claro, estas cosas se recuperan antes ejercitando y en cuanto me dieron luz verde para empezar a caminar, intentar subir suave al rodillo, subir y bajar escaleras...me puse con ello como si no hubiera un mañana. Quería estar de vuelta lo antes posible en el trabajo, encima de la bici, compitiendo y haciendo lo que hacía justo antes del accidente.
Buscaba motivaciones y una fue desempolvar y limpiar trofeos. Menuda manera más tonta y cansada para motivarme 😅, pero al final estuvo bien para posicionarme de donde había estado, donde estaba ahora, y donde quería estar otra vez.
Empezamos a caminar a su subir al rodillo. Estaba de baja durante el balckfriday esa baja me salió cara 🤣. Compré varios juguetitos que la verdad me han ido muy bien y los disfruto mucho.
Para cuando pude, ya empecé a hacer paseos más largo cerca de casa, parecía un seto caminando pero aguantaba todo lo que podía. Luego llegaba a casa, hacía los ejercicios que me mandaban, luego iba a la rehabilitación y las series de ciclismo de Netflix me acaban entreteniendo para cuando todo lo demás ya se había acabado.
Algún paseo con los compis de Ayari por los alrededores de Tiana que también te alegraban el día.
Y uno que me llevaron algo más lejos y que me sentó de maravilla. Necesitaba salir de la burbuja en le que llevaba ya varios meses y otras, que sensación la de volver a alguno de los lugares por los que tanto me he movido pero a ratos con la sensación de ser de cristal.
Carlos sabe bien lo testarudo y atrevido que soy, pero lo que me tuvo que insistir para que me fuese con él un día de relax a darle frescura al coco cuando más falta me hacía. Gracias company!!
Y empezamos a subirnos al rodillo. Uff, las primeras veces además de incómodo, pues no era capaz de aguantar sentado mucho tiempo, ni sujeto al manillar...pues tenía miedo. Obviamente de allí no me iba a caer pero el cuerpo estaba maltrecho, las piernas para mi sorpresa funcionaban mejor de lo esperado y sabía que el día que me dieran luz verde, a partir de ese día, ya no me bajaría para empezar a restarle días a la pérdida de forma tanto mental como física.
Con el tiempo empezaba a hacer algunos intérvalos, me iba sintiendo cada vez mejor pero aún seguían los dolores, el insomnio...aún y así mi cara ya era otra. empezaba a ver la luz al final del túnel.
Jugaba a grabarme para ver si mi postura encima de la bici era correcta o no, pues no quería generar una lesión postural por no pedalear bien a causa de los dolores. Con todo el cuadro médico que llevaba encima, pues no era moco de pavo.
Nunca olvidaré el primer paseo en bici después de la caída. En el parquecito al lado de casa y con Ayari. Nadia sabe lo que sentía en esos momentos pero aunque ella no se percato, a ratos no veía de los empapados que llevaba los ojos.
Árduo proceso de muchos meses y al que había que ponerle un punto y aparte. Ya con más días de ejercicio, de rodillo y alta en mano, empezamos a darle más duro aún y coincidieron varias cosas en el mismo tiempo, así que la mejor manera de ponerme a prueba, sólo a nivel físico pero sobre todo mental, fue apuntarme a una carrera.
Una vez pasado el trámite de subirme a la bici y ver que podía pedalear y apretar, necesitaba sentir que era capaz de ir con más gente alrededor y en ese ambiente tenso de carrera.
Pasé mucho miedo al principio, obviamente no me quería caer, no quería que nadie me tirara y algunos dirán..."y si no quieres torear, pa que te metes?"...pues por eso mismo, por que quiero torear, por que mi vida va ligada al deporte y la competición y por que si pasaba la prueba, pues ya sólo quedaba ir a mejor.
Sólo pude hacer 1h, pinché, rajé cubierta (gravel) y no pude reparar. Pero esa hora, con miedo, sufrimiento, tensión etc. fue la mejor de hacia mucho tiempo. Me sentí liberado, me sentí fuerte (pues iba en posición de podio) y no podía estar más contento. El resultado no me importaba en absoluto, sólo quería saber si sería capaz de volver a meterme en el sarao de la competición y de ver como respondería mi cabeza y mi cuerpo.
Ahora ya sí que sólo veía que era una cuestión de tiempo el intentar ser el yo de antes. Vacaciones obligadas en el trabajo por todos los días acumulados del año anterior y empezamos a hacer entrenos más largos, más duros y también a preparamos aventuras que me ayudarían mucho a recuperar el tiempo "perdido"
Llegaría el día también, aunque más adelante, en que dejaría las sesiones de rehabilitación y en las que me despediría de los compis que hice allí y que tan bien me trataron. A veces me hacíais mucho daño canallas 😅, pero fueron en general días buenos y por los que siempre os estaré agradecido 🥰
Venga que no hay tiempo que perder, ahora a ponernos, más aún, manos a la obra!!!
